Tierra desértica y puerta al continente asiático, Turkmenistán rezuma naturaleza indómita y tradiciones ancestrales que tienen sus raíces en la Ruta de la Seda.
Situada en la frontera norte del país, alberga las ruinas de la antigua ciudad de Corasmia. Patrimonio de la humanidad por la UNESCO, en el área se conservan todavía el minarete medieval de Kutlug-Timur, la fortaleza de Ak-Kala y varios mausoleos.
A este pozo de fuego en medio del desierto de Karakum se le conoce también como la Puerta del Infierno. Es el resultado de la explotación de los pozos realizada por la Unión Soviética durante la década de los setenta y comparte espacio con otros cráteres de agua y barro.
La capital turkmena es un museo al aire libre. Cubierta de grandes edificios públicos de mármol blanco, alberga el parque de la Independencia Turkmena, un gran número de salas expositivas y el bazar Altyn Asyr, uno de los mayores mercados del corazón asiático.
Este paisaje rocoso con paredes de hasta cien metros de altura es uno de los parajes naturales más impresionantes del país.
Perla del desierto y centro importante de la Ruta de la Seda, la importancia de este oasis se remonta a los tiempos de Darío I el Grande. Se conservan restos persas, helenísticos y seléucidas, como la fortaleza de Erk Gala, las murallas defensivas de Gäwürgala y el mausoleo del sultán Sanjar.
La primavera y el otoño son las estaciones más agradables, puesto que en verano se alcanzan temperaturas extremas y no es infrecuente que nieve en invierno. El calendario turkmeno está repleto de fiestas y celebraciones, como el Día de la Bandera, el Día de la Independencia o el Kurban Bairam. Las fechas suelen cambiar de año en año.
Se requiere un visado para entrar en el país y debe solicitarse de antemano. Para permanencias superiores a siete días, es necesaria una carta de invitación que las agencias de viajes suelen proporcionar cuando se reserva un paquete turístico. Debe abonarse una tarifa de entrada de unos 50 TMT (13 EUR) por cruzar la frontera. Aunque hay trenes y autobuses que conectan Turkmenistán con Irán, Uzbekistán y Kazajistán, las fronteras alternan períodos de apertura y cierre, por lo que se recomienda informarse con antelación.
Turkish Airlines opera vuelos desde Madrid y Barcelona con al menos una escala y una duración media de diez horas y cincuenta minutos.
Turkmenistán dispone de una amplia red de hoteles, como el President Hotel y el Oguzkent Hotel. Es posible alojarse en las "chaikhanas", los salones de té que bordean la carretera de acceso a los cráteres de Darvaza, o acampar en el cañón de Yangykala.
Las principales formas de transporte en Turkmenistán son los autobuses. En Asjabat y otros núcleos urbanos, hay taxis, en su mayoría no oficiales, cuyas tarifas suelen partir de los 3 TMT (0,75 EUR), aproximadamente, para trayectos breves.
La compañía nacional Türkmendemirýollary opera líneas entre ciudades como Asjabat, Turkmenabat, Balkanabat y Dashoguz. El trayecto de Mary a Turkmenabat dura unas siete horas y tiene un precio aproximado de 3,50 TMT (0,90 EUR).
El servicio de autocar está operado por minibuses y furgonetas de pasajeros llamadas "marshrutkas". Desde Asjabat salen autobuses hacia destinos como Turkmenbashi, Turkmenabat y Dashoguz. Un billete de Asjabat a Mary cuesta unos 27 TMT (7 EUR) y el trayecto dura unas dos horas.
La compañía Turkmenistan Airlines opera vuelos entre destinos como Asjabat, Mary y Turkmenbashi. El trayecto desde Dashoguz a Turkmenabat dura casi una hora.
La economía turkmena se basa en el dinero en efectivo y apenas se encuentran cajeros en el país, por lo que es aconsejable disponer de moneda local suficiente o divisas en dólares estadounidenses (USD). Un menú para dos personas ronda los 140 TMT (36 EUR), aproximadamente, y un refresco cuesta en torno a 9 TMT (2,30 EUR).