La Habana es, desde que reabrió sus puertas al turismo a partir de 1990, uno de los lugares turísticos más populares del Caribe. Cuenta con 2,1 millones de habitantes y posee una historia increíblemente rica.
Las influencias africanas y caribeñas pueden sentirse en todas partes. La arquitectura tradicional española, los automóviles clásicos estadounidenses y el clima tropical contribuyen al encanto de esta ciudad, conocida como la Roma del Caribe.
Visita La Habana por su cultura, su música, su comida, sus festivales y sus vistas. Pasear por sus calles es una experiencia mágica.
Tienes mucho que ver si aprecias las artes: acude al Gran Teatro de La Habana, al Festival Internacional de Ballet y al Festival Internacional de Jazz. Después, visita el Museo de Artes Decorativas y el Museo Nacional de Bellas Artes.
Descubre la historia de Cuba en el Museo de la Revolución y profundiza en su pasado colonial visitando La Habana Vieja, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. O, sencillamente, charla con sus gentes para conocer bellas historias humanas.
Pasea por calles enmarcadas con fachadas barrocas y coloridas casas. La Habana es una ciudad única que marida las influencias Art Nouveau y Art Déco de principios del siglo XX con matices coloniales españoles y moriscos.
Disfrutarás de un clima cálido durante todo el año. La playa del Chivo y las playas del Este son los lugares perfectos para chapotear en el Caribe.
Viajar a La Habana es una experiencia inolvidable. La isla es conocida por producir cigarros, pero también por su exquisita cocina. La música tradicional, popular y pegadiza, ofrece estilos como la habanera, el mambo y el hip-hop cubano moderno.
La Habana Vieja, Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, está en el centro de la ciudad y permite sentir la historia cubana. Su arquitectura revive el pasado en la catedral de San Cristóbal y el castillo de la Real Fuerza, mientras que los centros culturales de la plaza de Armas y la plaza Vieja brindan un fuerte contraste con la vibrante vida social contemporánea.
Caminar junto al océano es una experiencia inolvidable, sobre todo por la tarde, mientras el sol se pone en la bahía. Entra en el Hotel Nacional y disfruta del antiguo show del Cabaret Parisien.
El parque Militar Histórico Morro-Cabaña, con sus imponentes fortalezas, es impresionante. El Morro todavía presume de sus cuarteles y cañones de artillería antiguos, de hecho fue la primera línea defensiva contra los ataques piratas. A solo medio kilómetro se encuentra La Cabaña, construida en respuesta a la invasión británica.
El paseo del Prado fue el primer camino pavimentado en la ciudad, y mantuvo su gran reputación a lo largo de los siglos. La década de 1900 le aportó la arquitectura rica de estilo europeo. Los transeúntes adoran las filas de mansiones y hoteles ornamentados, así como la Ópera Gran Teatro y el Capitolio Nacional posrrevolucionario.
El barrio costero de Jaimanitas es un museo de arte vivo y abierto, conocido cariñosamente como Fusterlandia. Los turistas buscan la inspiración en estas calles. Es un placer dejar que la mente fluya en un viaje tranquilo entre coloridas esculturas, mosaicos y murales, gracias a la mente creativa del artista cubano José Fuster.
La Habana Vieja, Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, está en el centro de la ciudad y permite sentir la historia cubana. Su arquitectura revive el pasado en la catedral de San Cristóbal y el castillo de la Real Fuerza, mientras que los centros culturales de la plaza de Armas y la plaza Vieja brindan un fuerte contraste con la vibrante vida social contemporánea.
Caminar junto al océano es una experiencia inolvidable, sobre todo por la tarde, mientras el sol se pone en la bahía. Entra en el Hotel Nacional y disfruta del antiguo show del Cabaret Parisien.
El parque Militar Histórico Morro-Cabaña, con sus imponentes fortalezas, es impresionante. El Morro todavía presume de sus cuarteles y cañones de artillería antiguos, de hecho fue la primera línea defensiva contra los ataques piratas. A solo medio kilómetro se encuentra La Cabaña, construida en respuesta a la invasión británica.
El paseo del Prado fue el primer camino pavimentado en la ciudad, y mantuvo su gran reputación a lo largo de los siglos. La década de 1900 le aportó la arquitectura rica de estilo europeo. Los transeúntes adoran las filas de mansiones y hoteles ornamentados, así como la Ópera Gran Teatro y el Capitolio Nacional posrrevolucionario.
El barrio costero de Jaimanitas es un museo de arte vivo y abierto, conocido cariñosamente como Fusterlandia. Los turistas buscan la inspiración en estas calles. Es un placer dejar que la mente fluya en un viaje tranquilo entre coloridas esculturas, mosaicos y murales, gracias a la mente creativa del artista cubano José Fuster.
Prueba algunos platos cubanos populares, como carnes a la brasa, arroz y frijoles. En comida tradicional caribeña, el Restaurante Café del Oriente, La Guarida y Bella Habana son incomparables. Para experimentar la mezcla de influencias chinas y caribeñas, Flor de Loto y Tien Tan. Para comer mariscos, El Litoral, Mediterráneo Havana y Paladar Vistamar son excelentes. Pide los sándwiches tradicionales en Bar Bilbao o La Dichosa y busca a los vendedores ambulantes de comida que sirven hamburguesas de cerdo y pasteles de coco. En la calle puedes comer por entre CUC $ 5 y 8; en un restaurante cuidado, a partir de CUC $ 40.
En temporada alta, entre noviembre y mayo, las multitudes te acompañarán si viajas a La Habana. Puedes evitarlas realizando tu viaje en verano, aunque el calor será considerable. En agosto podrás disfrutar del carnaval local y, en febrero, del Festival del Cigarro.
Los vuelos internacionales aterrizan en el aeropuerto internacional José Martí (HAV), que se encuentra a menos de 15 kilómetros al suroeste de La Habana. Habitualmente, tu hotel incluirá un servicio de transporte desde el aeropuerto, pero hay otras formas de llegar. Por ejemplo, tomar un taxi por CUC $ 20 y hacerlo en menos de media hora, o dirigirse a la terminal 1 para coger un autobús. Otra posibilidad es alquilar un coche por entre CUC $ 50 y 125 diarios, más un cargo adicional de seguro de CUC $ 15 al día.
Puedes conducir fácilmente hasta La Habana desde cualquier otra ciudad cubana. Coge la autopista A4 desde San Cristóbal, Pinar del Río u otra ubicación occidental. Si viajas desde Santa Clara u otra localidad oriental, utiliza la autopista Nacional.
Encontrarás estaciones de autobuses Viazul en las principales ciudades cubanas. En La Habana, su estación principal está en la avenida 26. Viajar en autobús Viazul desde Trinidad te costará CUC $ 25, y desde Santa Clara, CUC $ 18. También puedes utilizar un autobús Astro desde cualquier ciudad importante, con precios ligeramente inferiores y menos confort.
1. La Habana Vieja es la ciudad original y está densamente poblada. Aquí encontrarás la plaza de Armas, la plaza Vieja y las fortificaciones españolas del siglo XVI. Esta área está actualmente en proceso de restauración y es fácilmente reconocible por sus calles estrechas y sus edificios antiguos.
2. Vedado incluye el parque John Lennon y el Edificio FOCSA, el más alto de la isla. Asegúrate de ver La Rampa (calle 23), una de las zonas más concurridas, y la parte del Malecón, cerca del paseo marítimo.
3. Centro es un área muy antigua que aún no se ha restaurado. Acoge la fábrica de cigarros Real Fabricas de Tabacos Partagás y algunas galerías de arte, como Callejón de Hamel.
Viajar en autobús por La Habana es económico. Solo pagarás CUC $ 1 por el billete. La desventaja del transporte público es que las rutas y los horarios no siempre son fiables ni comprensibles.
No dejes de coger un taxi en La Habana. La mayoría de estos servicios para turistas usan coches modernos. Los encontrarás fácilmente frente a los hoteles, puedes pararlos por la calle o telefonear a una compañía. Si te apetece desplazarte en un viejo automóvil estadounidense, deberás buscar un taxi comunitario que, lógicamente, sale más barato. En cualquier caso, pacta el precio antes de subir, pues muchos vehículos no tienen taxímetro. El precio base es CUC $ 1 y CUC $ 0,50 por kilómetro recorrido. Una ruta por La Habana Vieja, el Vedado y el Centro cuesta unos CUC $ 3 o 5.
Hay varias agencias de alquiler de vehículos en el aeropuerto, como Havanautos y Cuba Car. Alquilar un automóvil te costará entre CUC $ 50 y 125 diarios, más CUC $ 15 adicionales de seguro al día. Alquilarlo con conductor sale por el mismo precio, por lo que es una opción recomendable.
Si deseas comprar puros, ron y otros productos locales, busca las tiendas oficiales de La Casa del Habano o ve a una tienda de cigarros Partagás. Una caja de puros suele valer desde CUC $ 30. Si quieres comprar ropa, recuerdos y artesanías, acude al mercado al aire libre de Feria 23 y M, cerca del Hotel Nacional. Encontrarás otro mercado similar con libros y recuerdos de la Revolución en la plaza de Armas. Si quieres encontrar tiendas de marca, acude a la Galería Comercial Comodoro, en primera línea de playa.
Hay tiendas Palco en el área de Miramar y en avenida Tercera y calle 70, perfectas para comprar comida. Para adquirir productos frescos, los Agromercados de Vedado y el área Centro son idóneos. Una botella de cerveza local de medio litro cuesta CUC $ 0,94.