Liechtenstein es un país de cuento, con castillos y montañas en todas las direcciones, poco poblado y con paisajes vírgenes que acarician los sentidos. Situado entre Suiza y Austria, entre los Alpes y el valle del Rin, este país es uno de los más pequeños y ricos del mundo. Aprovecha la visita y disfruta de espectaculares rutas de senderismo y de pueblos salidos de tus mejores sueños.
La capital del país es una pequeña ciudad a orillas del Rin en la que destaca su imponente castillo en lo alto. Pasea con tranquilidad por sus calles y disfruta de sus impresionantes vistas a las montañas y sus frondosos bosques.
Si te gusta pasear, el camino de Fürstensteig es uno de los más bonitos del país y de toda Europa Central. Es un recorrido de doce kilómetros entre Gaflei y Planken que se puede hacer en unas cinco horas mientras disfrutas de vistas impresionantes, sobre todo, en el mirador Gafadurahütte.
En lo alto de Vaduz, a unos mil seiscientos metros de altitud, se encuentra el pequeño pueblo de Malbun. Es un lugar ideal para relajarse, caminar y, en invierno, poder disfrutar de una jornada de esquí.
Este castillo, construido en el siglo XII, es uno de los puntos icónicos del país por su belleza y por ser la residencia oficial del príncipe de Liechtenstein. De hecho, en las fiestas nacionales invita a todos los habitantes a una copa de vino en su residencia.
Si te gusta el senderismo en las montañas, debes aprovechar tu visita a Liechtenstein para subir a la montaña de Rappenstein, con una altura de dos mil doscientos metros y situada en la zona del macizo de Rätikon.
Liechtenstein tiene un clima que permite visitarlo en cualquier momento del año, aunque en los meses de invierno, entre diciembre y marzo, las temperaturas son bajas y no podrás realizar algunas de las caminatas por la nieve. Por ello, si quieres recorrer a pie el país, es mejor viajar en primavera o verano.
Liechtenstein es miembro del Acuerdo de Schengen, por lo que todos los ciudadanos de la Unión Europea pueden viajar al país sin ningún tipo de restricción ni controles fronterizos.
El país no tiene aeropuerto, por lo que debes viajar al aeropuerto de Zúrich, situado a ciento quince kilómetros, y, después, desplazarte en autobús hasta Liechtenstein.
Si viajas en tu propio coche desde España hasta Liechtenstein, debes saber que el viaje exige diferentes escalas, tanto en Francia como en Suiza. Para cruzar la frontera, la carretera A13 recorre el Rin hasta llegar a Vaduz.
Liechtenstein está conectado con las ciudades suizas de Sargans y Buchs gracias a una moderna red de autobuses. Para llegar desde España, debes viajar, primero, hasta Lyon y, después, conectar con Suiza en un nuevo autobús.
Por lo general, los alojamientos de Liechtenstein son caros y están destinados a un turismo de rango medio y alto. Sin embargo, se pueden encontrar buenos precios en algún albergue y, sobre todo, en casas de huéspedes privadas.
Liechtenstein es un país muy eficiente en cuanto a su red de transporte público, con los autobuses LBA que permiten tanto a los habitantes como a los turistas moverse de forma económica y cómoda. Un billete para siete días con uso ilimitado cuesta 24 CHF (22 EUR), aproximadamente, mientras que los viajes sencillos oscilan entre unos 3 CHF y unos 6 CHF (2,75 EUR y 5,50 EUR, respectivamente).
Moverse en coche por Liechtenstein es una de las mejores ideas, ya que podrás llegar a todos los puntos turísticos por buenas y bonitas carreteras montañosas.
Liechtenstein es un país con un coste de vida alto, similar al de Suiza, por lo que debes saber que un día de turismo ronda los 165 CHF (150 EUR). Por ejemplo, salir a cenar a un restaurante de nivel medio-alto cuesta unos 50 CHF (46 EUR) por persona y las entradas a los museos oscilan entre unos 10 CHF y unos 15 CHF (9 EUR y 13,50 EUR, respectivamente). En cuanto a la moneda, debes pagar en francos suizos, aunque las tarjetas de créditos son válidas en todos los comercios locales y en los hoteles.