Máncora es una ciudad ubicada en la costa noroeste de Perú que atrae a surfistas y turistas amantes de la naturaleza, las olas y el buen rollo. También es conocida por sus aguas termales y sus baños de lodo, lo que la convierte en una de las favoritas de cuantos buscan descanso y relajación en Perú.
Máncora, que en su momento fue un antiguo refugio de Hemingway, ofrece extraordinarios manglares y escenarios naturales únicos, como el parque nacional Cerros de Amotape, cuyos bosques ecuatoriales secos contienen orquídeas, espinos, osos de anteojos, boas constrictor, cocodrilos americanos y más de cien especies de aves.
De día, sus estupendas playas, como El Ñuro o Pocitas, y sus espacios comerciales aseguran diversión y talante. De noche, la ciudad es un hervidero de música, diversión y buen rollo, gracias en gran medida a discotecas como Wiracocha Club, Malecón de Máncora y L'Atelier de Máncora.
Aunque siempre encontrarás olas estimulantes en cualquier época del año, los entendidos afirman que el mejor momento para surfear en Máncora es de noviembre a febrero, cuando el agua es más cálida y las olas no abruman a los principiantes. Lógicamente, la elección dependerá de tu nivel.
Para recorrer los manglares y las islas del entorno, donde viven más de 350 cocodrilos y otras especies autóctonas, lo más recomendable es alquilar una excursión en bote, cuyos itinerarios incluyen paradas en las playas de Punta Sal y Zorritos.
En la avenida Piura se organiza un colorista mercado exterior en el que los lugareños venden joyas realizadas a mano, artesanías, ropa y comida. ¡Es un lugar pleno de atracción, en el que resulta difícil no salir sin comprar nada!
Máncora se reactiva cuando llega la noche. La escena de marcha se centra sobre todo en los hoteles, que incluyen fiestas temáticas, DJ en vivo y baile hasta el amanecer, aunque también existen discotecas y clubes de referencia.
Máncora tiene el pescado más fresco que puedes imaginar. Regálate una degustación de pescado a lo macho con salsa de ajo, pulpo, camarones y calamares, una sopa con camarones o cangrejo o un plato de ceviche, un pescado marinado en jugo de limón y cebollas que te cautivará.
¿Te atreves a dejar atrás la bulliciosa ciudad para aventurarte en los bosques tropicales del norte de Perú? El Rancho Caprichosa te ofrece la oportunidad de perderte en un paraíso ecológico donde puedes pasarlo por todo lo alto, gracias a sus 1600 metros de diversión con tirolesa. Acompañado de un guía, realizarás un recorrido de dos horas a vista de pájaro. Si te encantan las aventuras extremas, elige el circuito Rope Circuit, una mezcla de puentes, cables, redes y trapecios colgados en postes de 10 metros. Además, no dejes de admirar y fotografiar las aves que ocupan este hábitat, como los halcones blancos y las urracas. Después de la actividad, relájate con un masaje, una experiencia de reiki o una sesión de acupuntura.
Si amas a los animales, la playa El Ñuro te permite nadar y bucear con las tortugas marinas. Se trata de una cala de pescadores con un cálido clima tropical, mares azules y prodigiosas criaturas que te rodearán. Convive con delfines, aves, leones marinos y ballenas en un escenario incomparable.
Pasea por la plaza de Armas de la cercana localidad de Piura y admira la arquitectura colonial que la adorna. Aprecia los veinticuatro tamarindos donados por Fernando Reuche, así como los ficus y las poincianas que la rodean, antes de disfrutar de los hoteles, los restaurantes, las boutiques y las cafés que irradian vitalidad. En el centro de la plaza se encuentra una vistosa estatua de mármol de Pola que fue donada a la ciudad en 1870 por el presidente José Balta.
Contrata un guía y camina por las lagunas de Las Huaringas. Este espacio verde alberga catorce lagunas que, según se dice, tienen poderes mágicos procedentes de los minerales del suelo. Visita el lago de Turquesa y admira las aguas prístinas del nacimiento del río Huancabamba. Muchos visitantes confían en las ceremonias de curación que se realizan en la zona. Pero, para evitar constiparte y tener que volver para que te recuperen, lleva ropa de abrigo y protector solar.
Casa Grau atesora vistosos cinturones, hebillas, pistolas, medallas y muebles de época. Este lugar fue el hogar del almirante Grau, uno de los héroes navales de Perú. Actualmente cautiva por su elegante y prístino comedor, por los retratos de sus antiguos habitantes y por la presencia del modelo a escala del Huáscar, el barco que Grau perdió en la guerra con Chile.
¿Te atreves a dejar atrás la bulliciosa ciudad para aventurarte en los bosques tropicales del norte de Perú? El Rancho Caprichosa te ofrece la oportunidad de perderte en un paraíso ecológico donde puedes pasarlo por todo lo alto, gracias a sus 1600 metros de diversión con tirolesa. Acompañado de un guía, realizarás un recorrido de dos horas a vista de pájaro. Si te encantan las aventuras extremas, elige el circuito Rope Circuit, una mezcla de puentes, cables, redes y trapecios colgados en postes de 10 metros. Además, no dejes de admirar y fotografiar las aves que ocupan este hábitat, como los halcones blancos y las urracas. Después de la actividad, relájate con un masaje, una experiencia de reiki o una sesión de acupuntura.
Si amas a los animales, la playa El Ñuro te permite nadar y bucear con las tortugas marinas. Se trata de una cala de pescadores con un cálido clima tropical, mares azules y prodigiosas criaturas que te rodearán. Convive con delfines, aves, leones marinos y ballenas en un escenario incomparable.
Pasea por la plaza de Armas de la cercana localidad de Piura y admira la arquitectura colonial que la adorna. Aprecia los veinticuatro tamarindos donados por Fernando Reuche, así como los ficus y las poincianas que la rodean, antes de disfrutar de los hoteles, los restaurantes, las boutiques y las cafés que irradian vitalidad. En el centro de la plaza se encuentra una vistosa estatua de mármol de Pola que fue donada a la ciudad en 1870 por el presidente José Balta.
Contrata un guía y camina por las lagunas de Las Huaringas. Este espacio verde alberga catorce lagunas que, según se dice, tienen poderes mágicos procedentes de los minerales del suelo. Visita el lago de Turquesa y admira las aguas prístinas del nacimiento del río Huancabamba. Muchos visitantes confían en las ceremonias de curación que se realizan en la zona. Pero, para evitar constiparte y tener que volver para que te recuperen, lleva ropa de abrigo y protector solar.
Casa Grau atesora vistosos cinturones, hebillas, pistolas, medallas y muebles de época. Este lugar fue el hogar del almirante Grau, uno de los héroes navales de Perú. Actualmente cautiva por su elegante y prístino comedor, por los retratos de sus antiguos habitantes y por la presencia del modelo a escala del Huáscar, el barco que Grau perdió en la guerra con Chile.
La Mosca en la Sopa está especializada en carnes a la parrilla, platos de pasta y pescado ahumado, mientras que El Mero Murique sirve ceviche, pescado a la parrilla y pollo. En ambos casos, el precio promedio de una cena deliciosa es S/ 100.
La mejor época del año para visitar Máncora es la temporada alta, es decir, en enero y febrero. Las temperaturas anuales oscilan entre los 21 ºC y los 34 ºC, la humedad relativa promedio es del 60 % y la localidad disfruta de más 300 días soleados al año, vientos moderados y casi total ausencia de lluvia.
Los aeropuertos más cercanos están en Piura (a 187 kilómetros, unas dos horas y media de recorrido en coche), Tumbes (a 111 kilómetros y una hora y media de trayecto en coche) y Talara (a 80 kilómetros y una hora y veinte minutos en coche). Los visitantes internacionales deben hacer escala en Lima antes de tomar un vuelo a alguna de las tres ciudades. Un taxi desde el aeropuerto cuesta aproximadamente S/ 392; y un autobús de enlace, alrededor de S/ 294.
Llegar a Máncora desde Lima supone conducir alrededor de 21 horas por la Ruta 1S - Carretera Panamericana Sur. El tráfico es fluido y aparentemente cómodo, aunque es mejor no relajarse.
Viajar en autobús desde Lima a Máncora conlleva realizar un trayecto de más de dieciséis horas y pagar un billete de S/ 143.
1. Las Pocitas es una zona playera que ofrece surf, kitesurf, windsurf, kayak, esquí acuático, parasailing, buceo y excursiones en barco, así como una atractiva variedad de restaurantes y locales de marcha.
2. Avenida Piura es el distrito comercial central, donde se localizan la mayoría de los clubes y bares de Máncora.
3. La Poza de Barro es el epicentro del turismo de balneario en Máncora, pues se asegura que sus baños de lodo, gracias a la alta concentración de minerales, tienen propiedades curativas.
Transporte público
Máncora es bastante pequeña, por lo que puedes moverte a pie en la mayoría de los casos o, si no quieres andar, en mototaxi. El transporte público es la opción para llegar a lugares alejados de la ciudad, como la playa de Los Órganos, adonde el viaje en Eppo cuesta S/ 2 y dura 10 minutos, mientras que los colectivos, que salen cuando se llenan, valen S/ 3.
Taxi
Elvis Taxi es la compañía que ofrece un servicio privado de traslados, desde Máncora hasta las playas de Tumbes y Piura. Además, proporciona desplazamientos a los aeropuertos cercanos: Talara, Piura y Tumbes. Las tarifas empiezan a partir de S/ 6,54.
Coche
Es posible alquilar un coche en Máncora desde S/ 115 al día, aunque no suele resultar sencillo encontrar sucursales de compañías internacionales en la ciudad. En el aeropuerto de Piura sí está disponible una delegación de Sixt.
La avenida Piura alberga la mayoría de las tiendas de Máncora, en especial el llamativo mercado de artesanos al aire libre, así como atractivos establecimientos de surf que ofrecen vistosos surtidos en trajes de baño, sandalias y accesorios.
Ultimarket Marlon Máncora comercializa todos los alimentos básicos, y Frutería Macharé vende fruta fresca. En general, se trata de una ciudad económica para llenar la cesta de la compra. Una Coca-Cola cuesta S/ 2,50 y una cerveza grande, en un bar, alrededor de S/ 6,66.