No hay ningún lugar en la tierra como Machu Picchu. Esta ciudad fue construida por los incas a 2430 metros de altitud. No se sabe con exactitud el motivo por el que los incas arriesgaron sus vidas para edificar esta magnífica fortaleza. De lo que sí hay certeza es de que cualquiera que visite esta ciudad no se sentirá defraudado.
Machu Picchu es una de las obras de ingeniería más grandiosas y misteriosas de la humanidad. Resulta increíble que las enormes piedras que conforman las edificaciones estén unidas sin ningún tipo de mortero. Si te gusta hacer fotos durante tus escapadas por el mundo, las vistas desde cualquier ángulo de Machu Picchu son fascinantes.
Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO, la ciudad no es solo una obra maestra arquitectónica y técnica, sino que está situada en un enclave espectacular. Machu Picchu dividida en dos sectores: uno agrícola y otro urbano. El Templo del Sol y el Templo de las Tres Ventanas son algunos de los edificios más destacados de la zona religiosa.
Machu Picchu es un lugar maravilloso y no hay nada comparable con disfrutar de esa belleza in situ. El río Urubamba perceptible a lo lejos y el horizonte recortado por los picos andinos parece que forman parte de una obra de arte natural maestra.
Visitar Machu Picchu concede además una oportunidad irrepetible para aprender sobre los incas, quienes construyeron Machu Picchu sin emplear mecanismos con ruedas; una hazaña increíble.
Si te apasiona el senderismo o la escalada, Machu Picchu es un destino excepcional. En las inmediaciones tienes el Huayna Picchu, y hay innumerables rutas de montaña disponibles para cualquier amante del trekking.
Los visitantes de Machu Picchu no tienen que recorrer las ruinas por su cuenta. Expertos autorizados de empresas como Machu Picchu Tour Guides están disponibles para explicar cómo y por qué los incas eligieron este lugar tan increíble para esta magnífica construcción.
Machu Picchu no es el único enclave inca que puedes visitar en Perú, sino que además es la forma ideal de rematar la ruta conocida como el Camino Inca. Un recorrido de cinco días de senderismo que transcurren por lo que fue una carretera inca. Sin duda, una experiencia para vivir al menos una vez en la vida.
Machu Picchu siempre será la joya más valiosa de Perú. Cada día, los visitantes dejan volar su imaginación mientras exploran estas misteriosas ruinas. Los arqueólogos continúan restaurando el complejo inca, redescubriendo la organización de la ciudad en templos, centros urbanos, piedras sagradas y más. La visita te sumerge en el fantástico mundo del pasado.
Esta llamativa montaña se alza de forma impresionante sobre Machu Picchu. El camino a la cima lleva aproximadamente una hora y te permite descubrir a través del camino otros templos incas. Cuando llegues a la cumbre, disfrutarás de una vista impresionante sobre la ciudadela y de ese momento de reflexión serena que seguramente pretendieron los incas cuando planearon su construcción.
Una vez en la fortaleza de Machu Picchu, localizarás las ruinas de Inti Punku en la puerta del santuario. Se trata de una de las paradas favoritas en el Camino Inca, pues ofrece una vista panorámica impresionante sobre la ciudadela. Son muchos los que optan por acercarse a esta puerta para observar amanecer sobre Huayna Picchu, complejo dedicado al dios del sol.
Wiñay Wayna está construido en la ladera del sorprendente Camino Inca. Las ruinas, que se cree que fueron viviendas, están situadas por encima del río Urubamba y están rodeadas de terrazas destinadas a la explotación agrícola. Los visitantes sienten la forma de vida de la antigua civilización inca en estas tierras inhóspitas.
Machu Picchu ostenta una ubicación increíblemente aislada; y en el pasado lo fue aún más. Construido en la ladera rocosa de la montaña, un camino de piedra desaparece repentinamente para dejar un hueco de seis metros de profundidad. Este ingenioso sistema de defensa ha sido restaurado respetando su forma original.
Machu Picchu siempre será la joya más valiosa de Perú. Cada día, los visitantes dejan volar su imaginación mientras exploran estas misteriosas ruinas. Los arqueólogos continúan restaurando el complejo inca, redescubriendo la organización de la ciudad en templos, centros urbanos, piedras sagradas y más. La visita te sumerge en el fantástico mundo del pasado.
Esta llamativa montaña se alza de forma impresionante sobre Machu Picchu. El camino a la cima lleva aproximadamente una hora y te permite descubrir a través del camino otros templos incas. Cuando llegues a la cumbre, disfrutarás de una vista impresionante sobre la ciudadela y de ese momento de reflexión serena que seguramente pretendieron los incas cuando planearon su construcción.
Una vez en la fortaleza de Machu Picchu, localizarás las ruinas de Inti Punku en la puerta del santuario. Se trata de una de las paradas favoritas en el Camino Inca, pues ofrece una vista panorámica impresionante sobre la ciudadela. Son muchos los que optan por acercarse a esta puerta para observar amanecer sobre Huayna Picchu, complejo dedicado al dios del sol.
Wiñay Wayna está construido en la ladera del sorprendente Camino Inca. Las ruinas, que se cree que fueron viviendas, están situadas por encima del río Urubamba y están rodeadas de terrazas destinadas a la explotación agrícola. Los visitantes sienten la forma de vida de la antigua civilización inca en estas tierras inhóspitas.
Machu Picchu ostenta una ubicación increíblemente aislada; y en el pasado lo fue aún más. Construido en la ladera rocosa de la montaña, un camino de piedra desaparece repentinamente para dejar un hueco de seis metros de profundidad. Este ingenioso sistema de defensa ha sido restaurado respetando su forma original.
Indio Feliz es el mejor restaurante de Aguas Calientes. Sirve comida peruana de alta calidad y cervezas de todo el mundo. Si prefieres saborear una buena pizza, lo mejor es que vayas a Incontri del pueblo Viejo. La Boulangerie de Paris propone un trozo de la gastronomía de París trasladado al valle del Urubamba. En términos generales, pagarás unos10 S/ por una pizza y unos 20 S/ por una comida en restaurantes como Indio Feliz.
La estación lluviosa en Machu Picchu comienza oficialmente en octubre y acaba en abril, pero el período más lluvioso va de noviembre a marzo. Julio y agosto son los meses de temporada alta del verano, con mucha afluencia de visitantes que acceden a las ruinas. Por tanto, lo más recomendable es viajar a Machu Picchu en septiembre o a finales de la primavera.
Lo más común es volar a Lima con aerolíneas como Delta o American Airlines y luego coger un vuelo doméstico para llegar hasta Cusco. Desde ahí puedes tomar un tren a Aguas Calientes. La forma más habitual de llegar desde el aeropuerto de Cusco a Aguas Calientes es mediante taxi, por unos 10 S/.
Es posible acceder a Machu Picchu a través de tres empresas ferroviarias: Inca Rail, Perú Rail y Belmond Hiram Bingham. Belmond ofrece un servicio de lujo, mientras que las otras dos son más económicas. El fantástico viaje a lo largo del río Urubamba lleva unas cinco horas. Se puede conseguir un billete en tren a partir de 45 S/.
Usar el coche para visitar Machu Picchu no es la mejor opción. Es posible conducir hasta Aguas Calientes, pero la carretera desde Cusco a Ollantaytambo te llevará casi tanto tiempo como hacer el Camino Inca a pie. Hay empresas de alquiler de coches en Cusco, como Europcar, Hertz y Auto Rent Cusco cuyos precios rondan los 98 S/ por día.
Los autobuses locales son una forma barata de viajar de Cusco a Ollantaytambo, pero aquí tendrás que coger un tren hasta Aguas Calientes. El autobús cuesta solo 17 S/, mientras que un taxi a Ollantaytambo ronda los 120 S/.
1. Aguas Calientes. Se ubica en el valle Urubamba, a unos 6,5 kilómetros de las ruinas, por lo que es la base ideal para llegar a pie hasta Machu Picchu. Aquí también se emplazan buenos restaurantes como Indio Feliz o Chez Maggy.
2. Machu Picchu. El espacio arqueológico de Machu Picchu está a dos horas a pie desde Aguas Calientes. También se puede ir en autobús. En cualquier caso, se trata de una caminata que merece el esfuerzo.
3. Cusco. Aunque la mayor parte de los que acuden a Machu Picchu se alojan en Aguas Calientes, también podrías pasar unos días en Cusco (la capital inca) antes de dirigirte al valle Urubamba. Merece la pena explorar Cusco, el palacio inca de Saksaywaman, el templo Coricancha y la impresionante catedral de la época colonial.
La forma más fácil de llegar a Machu Picchu desde Aguas Calientes es en autobús. Los buses salen de la estación principal o de la estación de tren en Puente Ruinas. Los billetes se pueden adquirir en el quiosco que hay en frente de la estación de tren. El precio es de 15 S/ desde el centro de la ciudad, y de 10 S/ desde Puente Ruinas.
En Aguas Calientes no hay taxis y tampoco puedes llegar aquí en coche. La única forma de acceder a la ciudad es en tren, y la única manera de arribar a Aguas Calientes y luego dirigirte hacia las ruinas es mediante autobús o a pie. Sin embargo, puedes conducir desde Cusco a Ollantaytambo o pagar unos 80 S/ por un taxi.
Para muchos, la mejor forma de llegar a las ruinas de Machu Picchu es a pie. El camino de unos 6,5 kilómetros está bien señalizado y tiene una duración de entre 90 minutos y dos horas. Las vistas son irrepetibles.
Machu Picchu y Aguas Calientes no son destinos en los que las compras gocen de un reconocimiento especial. Existen diversos puestos de souvenirs que venden desde alfombras y sombreros hasta joyería y sartenes. Lo mejor es comprar todo lo que necesites en el mercado de Aguas Calientes, pero prepárate para pagar precios especialmente fijados para los turistas.
Si quieres comprar fruta fresca y verduras, el mercado local, en frente de la estación, es el lugar más indicado. Aquí compran los lugareños y en él podrás encontrar alimentos saludables a un precio relativamente bajo.