Detroit, la ciudad más grande del estado de Míchigan, es la viva imagen del resurgimiento de Estados Unidos. Sus calles rebosan energía joven y positiva, que ayuda a borrar la etapa gris de la ciudad. Su legendario panorama musical fluye entre museos, rascacielos testigos de la Gran Depresión, teatros, galerías de arte, tiendas, campos deportivos y rincones históricos que perduran unidos a la dinámica escena contemporánea.
La ciudad que vio nacer a Henry Ford y su mítico Ford T continúa con aquel inmenso legado en las líneas de montaje de la fábrica actual. El mundo del motor le ha regalado a Detroit un temperamento especial, unido a ritmos tan sugerentes como el jazz y rompedores como el hip-hop.
Al recorrer los distintos distritos de Detroit te sorprenderá su fuerte espíritu de renovación. Hasta los antiguos terrenos olvidados se han convertido en parques, jardines y granjas urbanas. Un paseo por el Detroit RiverWalk, ribera compartida con la ciudad de Windsor, Canadá, te permite disfrutar de parques, cafeterías y un clima excepcional.
Flanqueado por el río y las altas torres de las oficinas de la General Motors, el centro urbano de la ciudad invita a pasear sin mirar el reloj. Los ojos del viajero se deleitan con lugares históricos, como The Guardian Building, y la oferta de entretenimiento de casinos, bares, restaurantes, el Opera House y el sosegado y atractivo parque Campus Martius.
Además de ser la sede de General Motors, este conjunto de rascacielos interconectados es un emblema de Detroit. Su torre central alberga el lujoso hotel Marriott. Además, en el complejo se distribuyen restaurantes, tiendas, locales comerciales, bancos, un cine, salas de exposiciones y hasta la Universidad GM.
En Detroit se descubren tiendas únicas. Entre ellas se cuentan la asombrosa librería John K. King Books y la tienda Shinola Bicycles, famosa fábrica de relojes y de bicicletas que se ensamblan en la parte trasera del local.
En Detroit tuvo su origen Motown Records, lo cual convierte a la ciudad en un paraíso para los amantes de la música. Allí se encuentra el Museo Motown, sede original de la discográfica fundada por Berry Gordy en 1959. Entre otras sorpresas, es posible conocer el Estudio A, donde en el año 1964 The Supremes grabaron "Baby Love", y la máquina expendedora donde Stevie Wonder compraba sus chocolatinas.
El célebre mercado al aire libre fue inaugurado hace más de un siglo y no deja a nadie indiferente. Cada sábado, este pintoresco y colosal mercado alberga el ajetreo de multitud de visitantes y de más de 250 tiendas, que venden desde flores y pasteles hasta verduras y frutas. Funciona todo el año, es sede de divertidos espectáculos cuando juegan los Detroit Lions y los domingos se monta allí un mercadillo artesanal encantador.
Este gran museo despierta el interés de todos sus visitantes, sean o no amantes de los vehículos. Alberga exhibiciones de los procesos creativos de Ford y la evolución de varios de los modelos de la marca. Además, presenta muebles, herramientas agrícolas y registros de diferentes épocas de la historia estadounidense. A poca distancia del museo, en Greenfield Village, una máquina del tiempo de 32 hectáreas sorprende al visitante con 83 estructuras históricas auténticas, como la casa natal de Henry Ford, el laboratorio de Thomas Edison y el taller de los hermanos Wright.
Desde el parque estatal y puerto William G. Milliken salen las embarcaciones de la empresa Diamond Jack's River, que realiza paseos con guía por el río Detroit durante los meses de verano. Duran unas 2 horas y permiten disfrutar de vistas maravillosas y acceder a interesante información histórica.
Belle Isle, una isla situada en medio del río Detroit, es el lugar favorito de los residentes para disfrutar de su tiempo libre. Alberga magníficas atracciones, como el Museo Dossin Great Lakes, el acuario Belle Isle y el jardín botánico de especies exóticas Anna Scripps Whitcomb Conservatory.
Con más de cien galerías desbordantes de arte y cultura, este centro se encuentra en Woodward Avenue, la primera vía que se pavimentó y se dotó con semáforos en Estados Unidos. Las exhibiciones del museo abarcan desde la prehistoria hasta la actualidad. La sala Rivera Court atesora los murales Detroit Industry, obra magistral del pintor mexicano Diego Rivera. En el museo también se puede admirar uno de los autorretratos de Vincent van Gogh.
Durante una estancia en Detroit es casi obligatoria la asistencia a un partido de los Detroit Tigers, que tienen su sede en el Comerica Park. En este recinto deportivo funcionan el Big Cat Food Court, donde se sirven todo tipo de bebidas y comida rápida, una tienda, un bar, un asador, una noria, un carrusel y esculturas de míticos jugadores de los Tigres, como Hank Greenberg y Ty Cobb.
Este gran museo despierta el interés de todos sus visitantes, sean o no amantes de los vehículos. Alberga exhibiciones de los procesos creativos de Ford y la evolución de varios de los modelos de la marca. Además, presenta muebles, herramientas agrícolas y registros de diferentes épocas de la historia estadounidense. A poca distancia del museo, en Greenfield Village, una máquina del tiempo de 32 hectáreas sorprende al visitante con 83 estructuras históricas auténticas, como la casa natal de Henry Ford, el laboratorio de Thomas Edison y el taller de los hermanos Wright.
Desde el parque estatal y puerto William G. Milliken salen las embarcaciones de la empresa Diamond Jack's River, que realiza paseos con guía por el río Detroit durante los meses de verano. Duran unas 2 horas y permiten disfrutar de vistas maravillosas y acceder a interesante información histórica.
Belle Isle, una isla situada en medio del río Detroit, es el lugar favorito de los residentes para disfrutar de su tiempo libre. Alberga magníficas atracciones, como el Museo Dossin Great Lakes, el acuario Belle Isle y el jardín botánico de especies exóticas Anna Scripps Whitcomb Conservatory.
Con más de cien galerías desbordantes de arte y cultura, este centro se encuentra en Woodward Avenue, la primera vía que se pavimentó y se dotó con semáforos en Estados Unidos. Las exhibiciones del museo abarcan desde la prehistoria hasta la actualidad. La sala Rivera Court atesora los murales Detroit Industry, obra magistral del pintor mexicano Diego Rivera. En el museo también se puede admirar uno de los autorretratos de Vincent van Gogh.
Durante una estancia en Detroit es casi obligatoria la asistencia a un partido de los Detroit Tigers, que tienen su sede en el Comerica Park. En este recinto deportivo funcionan el Big Cat Food Court, donde se sirven todo tipo de bebidas y comida rápida, una tienda, un bar, un asador, una noria, un carrusel y esculturas de míticos jugadores de los Tigres, como Hank Greenberg y Ty Cobb.
Tal vez no sea la comida más dietética del planeta, pero la oferta gastronómica de Detroit es fantástica. De todas formas, en opciones alimentarias, la variedad es espectacular. Existen establecimientos económicos donde se puede comer por $12, y en los restaurantes de gama media el coste de una comida de 3 platos para 2 personas es de unos $45.
Entre sus muchos restaurantes es posible señalar el Sweet Soul Bistro, donde todo lo que ofrece el menú tiene nombres de estrellas de Motown como, por ejemplo, los bocados Aretha Franklin, preparados con bagre. Los precios de este establecimiento son normales para la ciudad. Por ejemplo, el coste de una hamburguesa con brócoli y queso es de $14. Detroit Vegan Soul, situado en West Village, brinda una alternativa diferente. Es un pintoresco restaurante que elabora un nutritivo menú completamente vegano, desde las hamburguesas hasta los batidos. Sus precios oscilan entre los $15 a $20 por persona.
Además, la cerveza que se sirve en Detroit es fruto de una larga tradición cervecera local, que invita a probar variedades artesanales en lugares como Dragonmead y Motor City Brewing Works. En general, en la ciudad la caña de cerveza de barril cuesta unos $5, un refresco tradicional $1,70, el agua de 33 cc $1,20 y un capuccino $3,60.
Se considera que la mejor época del año para visitar Detroit se extiende desde mediados de junio hasta mediados de septiembre, período en el que se puede disfrutar al máximo de las actividades al aire libre. Sin embargo, los paisajes primaverales y otoñales en las riberas del río son espectaculares, y las temperaturas oscilan entre los 5 °C y los 20 °C.
En invierno Detroit propone múltiples opciones de entretenimiento. Aunque el frío es intenso, el área de los Grandes Lagos ofrece una fantástica variedad de actividades recreativas, como patinaje y pesca en hielo. En Navidad el ambiente es fascinante, y se puede apreciar la famosa decoración e iluminación de la ciudad. La alegría navideña llega incluso al zoológico de Detroit, donde los niños pueden conocer a Papá Noel.
Los vuelos a Detroit aterrizan en el aeropuerto internacional de Detroit o Metropolitan Wayne County, situado en la ciudad de Romulus, a 35 kilómetros del centro de la ciudad. El transporte entre el centro de la ciudad y el aeropuerto es algo limitado, y la manera más económica de moverse entre ambos puntos es utilizar las líneas 125 o 180 de los autobuses SMART. El trayecto dura unos 75 minutos.
Otras opciones son tomar un taxi, aunque el precio del trayecto puede superar los $50 dólares, o alquilar un coche, transporte que permite estar en el centro de Detroit en unos 25 minutos. Hay varias compañías de alquiler de vehículos que funcionan dentro del mismo aeropuerto.
Existen 3 líneas de trenes para trasladarse por el estado de Míchigan y otras regiones. La línea Wolverine de alta velocidad, operada por Amtrak, discurre por 489 kilómetros mientras comunica las ciudades de Pontiac, Detroit y Chicago.
Desde otras regiones del estado de Míchigan y otros estados, Detroit está muy bien comunicada por varias importantes carreteras, entre las que destaca la Interestatal 75, que une el área de los Grandes Lagos con el estado de Florida. Además, la ciudad está conectada con Canadá mediante el túnel Detroit-Windsor y el puente Ambassador.
Numerosas líneas de larga distancia tienen su destino en la estación Detroit Greyhound Bus Station, situada a 1 kilómetro del corazón de la ciudad. Allí se gestiona el tráfico de la compañía de autobuses Greyhound Lines desde y hacia numerosos puntos de Estados Unidos, Canadá y México.
Muy cerca del aeropuerto de Detroit se encuentra el Best Western Greenfield Inn, cuya ubicación permite llegar fácilmente hasta el centro o visitar las afueras de la ciudad. Se trata de un hotel de estilo victoriano situado en el distrito de Dearborn, cerca del Museo Henry Ford y a unos 15 minutos del centro de la ciudad.
Mexicantown, por su parte, es un popular barrio ubicado al suroeste del centro de Detroit, y está habitado principalmente por mexicanos. En este distrito es posible alojarse en el hotel MGM Grand Detroit y en el MotorCity Casino Hotel, los dos de 4 estrellas, o en alojamientos económicos, como el hotel de 2 estrellas Rivertown Inn & Suites, entre otras opciones.
Quienes se alojen en el centro de la ciudad podrán estar en pocos minutos en sus principales puntos de interés, además de disfrutar de un ambiente animado y optimista. En la zona financiera, por ejemplo, se encuentran el Detroit Foundation Hotel y el Crowne Plaza, ambos de 4 estrellas.
Si se opta por moverse en transporte público, es posible utilizar el nuevo tranvía QLine, que circula por Woodward Avenue entre Larned Street y West Grand Boulevard y cuenta con con 20 paradas. El precio de su billete es de $1,50 por 3 horas y $3 todo el día. Ofrece la aplicación gratuita QLine Detroit, que habilita a pagar los billetes con el móvil. Otra alternativa para moverse por la ciudad es el metro People Mover, que se traslada sobre un puente especial y propone un recorrido circular. Cada viaje tiene un precio de $0,75, y se pueden comprar abonos.
Otra manera de moverse por Detroit es a través de la red de líneas de autobús. En el núcleo urbano funciona DDOT, y las líneas de SMART llegan a distritos de la periferia.
Las bicicletas públicas de MoGo son también muy populares. El sistema dispone de 430 bicicletas en 43 estaciones, y su precio es de $8 al día, $18 si se alquilan por un mes. Con $80 se puede utilizar la bicicleta durante todo un año.
Los taxis no son una opción económica, pero sí ágil para moverse por Detroit. El precio de la bajada de bandera es de $2,61, el del kilómetro de viaje es de $1,03 y el de la hora de espera es de $28,68.
Para moverse con mayor libertad y poder llegar a las afueras de Detroit fácilmente la mejor idea es disponer de un coche de alquiler. El precio por día del alquiler de un turismo parte de los $37, y el coste de la gasolina es de $0,61 el litro. Hay una gran cantidad de parkings cubiertos, principalmente en el centro, y su precio es de $5 o $10 por dos horas. Además, muchos de los hoteles de la ciudad ofrecen plazas de aparcamiento a sus huéspedes.
Superior
5 adultos, 5 maletas
$54/día
Compacto
4 adultos, 2 maletas
$74/día
Los viajeros que no pueden resistirse a dedicar unas grandiosas horas a las compras encuentran un paraíso en distintos lugares de Detroit. Es un placer pasear por la Avenida de la Moda, donde aún brillan Baker's Keyboard Lounge, el club de jazz con más solera del mundo, y la antigua y célebre galería de arte Jo's Gallery.
En el centro y sus alrededores existen infinidad de tiendas de todo tipo, y fuera de la ciudad, se descubren muchas zonas de tiendas, outlets, supercentros y megacentros comerciales que ofrecen artículos de cientos de marcas reconocidas, además de hipermercados con una gran variedad de electrónicos. Si hablamos de moda de gama media alta, el precio de un vaquero americano es de poco más de $40, el de unas zapatillas es de $70 y el de un vestido de calle en las cadenas de tiendas convencionales es de unos $30.
Con respecto a los supermercados, en Detroit funcionan la cadena Whole Foods Market, Walmart y los centros de E & L, entre otros. Como idea de precios se pueden considerar la leche de un litro a $0,66, un bollo de pan fresco a $1,90, 1 kilogramo de patatas a $2,20, el agua embotellada de 1,5 litros a $2,20 y el kilogramo de carne de ternera a $10.