Antiguo paraje fortificado en el centro estratégico de Europa, Luxemburgo posee palacios señoriales, abadías medievales y jardines siempre verdes.
Atravesada por el río Alzette, la capital del país es un laberinto de túneles, callejuelas empedradas y construcciones nobiliarias. Destacan las casamatas del Bock, la abadía de Neumünster y la catedral de Notre Dame.
Esta basílica benedictina es famosa por su "scriptorium" medieval. Cuenta con un museo en el que pueden admirarse códices y manuscritos antiguos.
Este castillo románico, como el de Vianden, ha sido restaurado a su esplendor original. Durante los meses veraniegos, se celebra en él un festival medieval con conciertos, actividades y banquetes.
El valle del Mosela es famoso por la producción de ocho variedades de vino blanco. Los viñedos se extienden desde Wasserbillig hasta Schengen y en la zona hay cantinas que ofrecen degustaciones.
En sus valles, que se abren entre los ríos Aesbach, Ernz y Sûre, se extienden bosques, grutas y peñascos desde los que obtener unas vistas privilegiadas del paisaje luxemburgués. Es una zona apreciada por excursionistas y ciclistas.
Julio y agosto son los meses preferidos por los turistas y es el período en el que se celebran algunos eventos, como el Summer in the City o el festival de teatro de Wiltz. En septiembre, en correspondencia con la vendimia, se puede disfrutar de festivales del vino en el valle del Mosela. Ciudad de Luxemburgo puede explorarse con calma los fines de semana, cuando queda libre de empleados y hombres de negocios.
Los ciudadanos de la Unión Europea solo necesitan un pasaporte o carné de identidad válido para entrar en Luxemburgo.
Los vuelos internacionales llegan al aeropuerto de Luxemburgo-Findel. Como alternativas, puede volarse a los aeropuertos de Fráncfort-Hahn (dos horas más de autobús) o Charleroi-Bruselas Sur (una hora y cincuenta minutos).
Hay trenes directos desde ciudades como Bruselas, París y Tréveris. El trayecto de París a Ciudad de Luxemburgo dura unas tres horas y cuesta a partir de 22 EUR.
A Ciudad de Luxemburgo se llega directamente por autopista desde Francia (Metz), Bélgica (Bruselas) y Alemania (Tréveris). No suele haber controles fronterizos.
Compañías como FlixBus ofrecen líneas regulares entre ciudades como Hamburgo, Ámsterdam y Lyon y la capital de Luxemburgo. Los precios parten de unos 5 EUR. También hay servicio de taxis, en los que cada conductor es libre de aplicar las tarifas que estime.
Luxemburgo está lleno de hoteles y algunos, como el Chateau d'Urspelt, están ubicados en un antiguo castillo acondicionado. También hay hostales y campings con bungalós, zona para "roulottes" y acampada con tienda.
Luxemburgo posee una red integrada de autobús y tren. Existe un bono diario que, por unos 4 EUR, puede ser utilizado en toda la red de transporte nacional.
Chemins de Fer Luxembourgeois gestiona las líneas de Ciudad de Luxemburgo a Troisvierges, de Ettelbrück a Diekirch y de Kautenbach a Wiltz. El precio es de unos 2 EUR por billete, con validez de dos horas.
Luxemburgo cuenta con una buena red de autobuses que circulan en las ciudades y áreas rurales. Una línea especialmente útil es la número 16, que conecta el aeropuerto con Ciudad de Luxemburgo.
El país cuenta con una red de carreteras en buen estado. Los alquileres parten de unos 12,50 EUR, y se necesita ser mayor de veintitrés años y contar con un año de antigüedad como conductor para arrendar un vehículo.
Restaurantes, hoteles y grandes superficies aceptan el pago con tarjeta de crédito, pero es buena idea tener a mano cambio en moneda para pagar el billete de transporte público o el café. Un plato del día en un restaurante económico cuesta unos 17 EUR y una cerveza, unos 5 EUR.