Montreal reúne los atractivos de una gran ciudad y las maravillas de la naturaleza, lo que la convierte en un destino único. Esta bulliciosa metrópolis canadiense de espíritu cosmopolita ocupa la mayor de las islas del archipiélago de Hochelaga y se ubica a solo 60 kilómetros de la frontera con Estados Unidos.
Su ambiente chic europeo y un estilo de vida estadounidense demuestra que una combinación perfecta entre París y Nueva York es posible. Una vez aquí, podrás descubrir una ciudad enamorada de los festivales, las artes, la buena comida y el buen vivir.
Caminando por sus calles, puedes contemplar las fotogénicas fachadas del siglo XVII, descubrir la Iglesia de San Sulpicio, que es el edificio más antiguo de Montreal, visitar el Museo Pointe-à-Callière para conocer la historia de la ciudad y tomar una copa en una de las terrazas de la plaza Jacques-Cartier.
La rica decoración y grandiosa arquitectura de esta basílica de estilo neogótico te dejarán un recuerdo imborrable. No te pierdas su impresionante espectáculo audiovisual llamado Aura, durante el cual el interior de la basílica se viste de luces y colores al ritmo de la música orquestal.
Esta gigantesca noria panorámica de 60 metros de altura ofrece espectaculares vistas de la ciudad desde cualquiera de sus 41 cabinas. En un día despejado, la visibilidad alcanza casi 30 kilómetros de distancia.
Es el equivalente al Central Park de Nueva York y uno de los lugares más emblemáticos de Montreal. No pierdas la oportunidad de ascender a la montaña Mont-Royal de 233 metros de altitud para contemplar la belleza de la ciudad y los alrededores desde las alturas.
Esta fabulosa basílica, dedicada a José de Nazaret, fue construida por el monje quebequense San Andrés, canonizado en 2010. El templo, que data de 1924, tiene la segunda cúpula más grande del mundo, solo superada por la de San Pedro del Vaticano.
En el casco antiguo de Montreal se entremezclan pasado y presente. Y para empaparse de ese ambiente mágico lo mejor es recorrer sus adoquinadas calles, por donde transitan elegantes carrozas como en épocas pasadas, y disfrutar de sus galerías de arte, elegantes boutiques, restaurantes y bistros repletos de gente.
Sus muelles concentran el mayor número de actividades turísticas de Montreal. En invierno el Parc du Bassin-Bonsecours se transforma en una pista de patinaje sobre hielo y en verano se convierte en un parque con lago, ideal para organizar pícnics. Desde aquí también parten los cruceros fluviales, que son una de las mayores atracciones turísticas de Montreal.
Su fabulosa arquitectura colonial lo convierte en uno de los edificios patrimoniales más bellos de Canadá. En su interior alberga numerosas salas de exposición, restaurantes, boutiques de lujo y tiendas de artesanos. Por la noche su cúpula se convierte en un improvisado reloj de distintos colores que se alternan cada cuarto de hora iluminando todo a su alrededor.
Cuando la naturaleza despierta de su letargo invernal, los habitantes de Montreal escapan al bosque para asistir a la tradicional elaboración del sirope de arce en cabañas. Las visitas suelen incluir la degustación de un típico postre local acompañado de este delicioso jarabe.
Es el lugar donde la naturaleza se convierte en arte. Aquí te esperan varías zonas temáticas, un insectario y un invernadero con esculturas recreadas con árboles y flores. Al caer la noche, el jardín se ilumina con bonitas linternas de colores y figuras luminosas.
En el casco antiguo de Montreal se entremezclan pasado y presente. Y para empaparse de ese ambiente mágico lo mejor es recorrer sus adoquinadas calles, por donde transitan elegantes carrozas como en épocas pasadas, y disfrutar de sus galerías de arte, elegantes boutiques, restaurantes y bistros repletos de gente.
Sus muelles concentran el mayor número de actividades turísticas de Montreal. En invierno el Parc du Bassin-Bonsecours se transforma en una pista de patinaje sobre hielo y en verano se convierte en un parque con lago, ideal para organizar pícnics. Desde aquí también parten los cruceros fluviales, que son una de las mayores atracciones turísticas de Montreal.
Su fabulosa arquitectura colonial lo convierte en uno de los edificios patrimoniales más bellos de Canadá. En su interior alberga numerosas salas de exposición, restaurantes, boutiques de lujo y tiendas de artesanos. Por la noche su cúpula se convierte en un improvisado reloj de distintos colores que se alternan cada cuarto de hora iluminando todo a su alrededor.
Cuando la naturaleza despierta de su letargo invernal, los habitantes de Montreal escapan al bosque para asistir a la tradicional elaboración del sirope de arce en cabañas. Las visitas suelen incluir la degustación de un típico postre local acompañado de este delicioso jarabe.
Es el lugar donde la naturaleza se convierte en arte. Aquí te esperan varías zonas temáticas, un insectario y un invernadero con esculturas recreadas con árboles y flores. Al caer la noche, el jardín se ilumina con bonitas linternas de colores y figuras luminosas.
La gastronomía de Montreal es rica y variada. Entre los platos típicos destacan el sándwich de bœuf fumée (pan con ternera ahumada, mostaza y pepinillos), las poutines (patatas con queso) y el tourtiere (pastel de patata con carne). Los restaurantes con excelente relación calidad-precio son Falafel St. Jacques (C$ 11-30 por comensal) y Ma Poule Mouillée (desde C$ 6 el plato).
Montreal se puede disfrutar todo el año, aunque las estaciones más populares son invierno y verano. En la época de Navidad el ambiente festivo inunda toda la ciudad gracias a la iluminación y a los mercados navideños, al cine al aire libre acompañado de chocolate caliente y a los divertidos juegos en los que los participantes siguen las pistas para encontrar regalos escondidos en distintos lugares del Viejo Montreal. En verano podrás practicar deportes acuáticos, disfrutar de largos paseos por la ciudad y hacer excursiones en barco.
Desde Madrid y Barcelona se realizan vuelos directos a Montreal de 8 horas y media de duración a través de la aerolínea Air Transat.
El aeropuerto internacional de Montreal está situado en la localidad de Dorval, a 15 kilómetros de Montreal. Puedes ir a la ciudad en autobús o taxi. Si eliges la primera opción, ten en cuenta que el viaje cuesta C$ 15 y dura 40 minutos. Los taxis tienen una tarifa fija de C$ 38 y tardan 25 minutos en llegar a Montreal.
Montreal es accesible vía ferrocarril desde otras ciudades canadienses y Estados Unidos. Asimismo, desde Nueva York hay trenes directos operados por Amtrak que tardan 10 horas en llegar a Montreal y ofrecen vistas panorámicas durante el trayecto, y cuyo billete vale C$ 89. Desde la ciudad de Quebec, hay 9 trenes diarios a Montreal que realizan el recorrido en 2 horas y 40 minutos. El billete cuesta a partir de C$ 27.
La compañía Orleans Express opera rutas diarias a Montreal desde diferentes puntos del país. Si viajas desde la ciudad de Quebec, tardarás un promedio de 3 horas y 15 minutos en llegar a la estación de autobús de Montreal. El billete asciende a unos C$ 57.
Si decides ir a Montreal en coche desde la ciudad de Quebec, debes tomar la autopista 73 hasta llegar a tu destino en aproximadamente 3 horas y media. Desde Toronto, sigue la autopista 401 durante 7 horas hasta Montreal.
1. El barrio Little Italy cuenta con una importante comunidad italiana, establecida en Montreal en la década de 1860. La iglesia católica de la Madonna della Difesa, declarada Patrimonio Nacional, así como las numerosas trattorías, pizzerías, cafés y restaurantes permiten disfrutar de un auténtico ambiente de Italia sin salir de Canadá.
2. Le Plateau-Mont-Royal es considerado uno de los barrios más bohemios del mundo. Sus calles están repletas de tiendas gourmet, teatros, librerías, tiendas de ropa alternativa y bonitas casas de colores, donde residen escritores, artistas y músicos.
3. Westmount es un barrio judío que destaca por sus espectaculares edificios anglicanos de piedra gris y hermosos jardines de plantas perennes. La mayoría de sus habitantes son anglófonos y pertenecen a la clase media-alta.
Aunque la mejor forma de conocer Montreal es a pie o en bicicleta, puedes recorrer la ciudad en transporte público. La tarjeta turística Passeport MTL permite viajar de forma ilimitada en metro y autobús, y ofrece acceso gratuito a 14 atracciones, incluidos varios cruceros fluviales. Puedes adquirir la tarjeta de 48 o 72 horas por C$ 85 o C$ 100, respectivamente.
Los taxis se pueden parar en la calle o solicitar por teléfono. Las mejores compañías son Taxi Coop y Taxi Diamond. La bajada de bandera cuesta C$ 3,58 y el precio por kilómetro es de C$ 2,54.
Alquilar un coche en Montreal es relativamente económico. Si haces tu reserva con 4 semanas de antelación, puedes conseguir un vehículo por C$ 54 al día en compañías con presencia en la ciudad como Enterprise y Hertz.
Grande
5 adultos, 2 maletas
$32/día
Económico
2 adultos, 2 maletas
$34/día
Ninguna visita a Montreal estaría completa sin una jornada de compras. En su principal calle comercial, rue Sainte-Catherine Ouest, encontrarás tiendas para todos los gustos y presupuestos. Los centros comerciales más populares son Montréal Eaton Centre, Complexe Desjardins y Les Cours Mont-Royal.
Los precios en Montreal son asequibles: una taza de café o té en un bar local te costaría C$ 1,5; un litro de gasolina, C$ 1,3; y un menú en un restaurante de categoría media, C$ 25. En los supermercados, una decena de huevos cuesta C$ 3; un litro de leche, C$ 2-3; y una barra de pan, C$ 1,5. Los más económicos son Walmart y Maxi.