Nápoles, la tercera ciudad más grande de Italia, se enclava en una bahía ancha y elegantemente curvada, está amparada por el magnífico monte Vesubio y ofrece belleza, cultura y gastronomía en proporciones excelentes.
Con una forma de ser sureña, semejante a la española, en Nápoles la vida se hace en la calle. Terrazas llenas, gente comunicándose a gritos, máximas facilidades para los turistas y buen rollo permanente son algunos de sus rasgos esenciales. Es un lugar perfecto para probar la auténtica pizza italiana, por ejemplo en 50 Kalò di Ciro Salvo y L'Antica Pizzeria da Michele. Pero no solo de carbohidratos viven los napolitanos: los platos de marisco de Trattoria Castel dell'Ovo son indescriptibles.
Los atractivos de Nápoles nunca se agotan. Desde el fantástico Museo de Capodimonte a la ópera, desde navegar en ferry a Capri hasta la singular Via San Gregorio Armeno, dedicada a los belenes durante todo el año y en la cual podrás encontrar ilustres personajes y celebridades convertidas en pastorcillos u otras figuras. El Museo Arqueológico Nacional de Nápoles es otra referencia ineludible.
Lo descubrirás enseguida: Nápoles es uno de los mejores destinos gastronómicos del mundo. Aquí nació la pizza, la cual puedes degustar como nunca en cualquier pizzería de barrio y, además, la pasta y el marisco son extraordinarios.
Banksy realizó en Nápoles dos de sus más famosos grafitis, ambos protagonizados por la virgen. En el primero, ya desaparecido, se presentaba con el menú del McDonald's al lado. El segundo, con la Virgen de la Pistola, refleja perfectamente el carácter del pueblo napolitano, cuya mezcla de creencias religiosas y paganas, la fusión de religión y Camorra (la mafia), se ha consolidado.
El bullicio, la emoción y el dinamismo de Nápoles embriagan, por ello conviene planificar alguna escapada hacia la costa de Amalfi, cuyos hermosos puertos y la idílica isla de Capri garantizan excursiones de día muy satisfactorias.
Esta plaza, la más grande de Nápoles, acoge la mayoría de los eventos que se celebran al aire libre. A un lado está el Palacio Real, en cuya fachada se encuentran los reyes Borbones que reinaron en Nápoles; al otro, la basílica de San Francisco de Paula, de estilo neoclásico.
Si te gustan los bares, los clubes nocturnos y la música en vivo, en Nápoles te encontrarás en tu salsa, sobre todo en la larga calle central llamada Spaccanapoli. Cenar y beber cócteles en Clu, bailar en el Bourbon Street Napoli Jazz Club o disfrutar de la mejor música DJ en Moses live club, en el centro histórico, son algunas de las posibilidades.
El corazón histórico de una de las ciudades más antiguas de Europa no puede ser sino un auténtica maravilla visual. Alrededor de la calle Spaccanapoli se encuentran la catedral, la basílica Santo Domingo Mayor y la misteriosa capilla Sansevero, junto a numerosas catacumbas y cavernas. Además, el Museo Arqueológico Nacional de Nápoles intenta dar sentido a estos enigmas.
En la plaza del Gesù Nuovo se encuentra este monasterio construido entre 1310 y 1340 sobre un complejo de baños romanos del siglo I d. C. Incluye la mayor iglesia gótica de Nápoles, un museo con algunos frescos de Giotto y cuatro claustros monumentales con fabulosas columnas.
Este impresionante palacio cuenta con lujosos salones llenos de muebles centenarios y alberga una gran escalera de mármol blanco y docenas de habitaciones ornamentadas. El salón de baile, restaurado, invita a sentir la música de la época mientras que el Teatro di San Carlo, situado al lado, culmina el recorrido.
Lo que en su día fue un imponente pabellón de caza, acoge ahora el museo más grande de Italia, donde se exponen obras magníficas de Caravaggio, Raphael, Botticelli, Bellini y otros grandes artistas. Con más de 160 cámaras, se encuentra cerca de las catacumbas subterráneas de San Jenaro, otra visita imprescindible cuando estés en Nápoles.
En el siglo I, la colosal erupción del volcán Vesubio arrasó la legendaria ciudad de Pompeya, cuyos restos son una ventana al pasado. La base de esta antigua civilización fue preservada por material volcánico, permitiendo apreciar, todavía ahora, cómo sus calles pavimentadas conducen a residencias, templos, anfiteatros e incluso a un burdel, todo lo cual ha sido identificado gracias a las evidencias arquitectónicas y a los moldes de los cadáveres encontrados.
El corazón histórico de una de las ciudades más antiguas de Europa no puede ser sino un auténtica maravilla visual. Alrededor de la calle Spaccanapoli se encuentran la catedral, la basílica Santo Domingo Mayor y la misteriosa capilla Sansevero, junto a numerosas catacumbas y cavernas. Además, el Museo Arqueológico Nacional de Nápoles intenta dar sentido a estos enigmas.
En la plaza del Gesù Nuovo se encuentra este monasterio construido entre 1310 y 1340 sobre un complejo de baños romanos del siglo I d. C. Incluye la mayor iglesia gótica de Nápoles, un museo con algunos frescos de Giotto y cuatro claustros monumentales con fabulosas columnas.
Este impresionante palacio cuenta con lujosos salones llenos de muebles centenarios y alberga una gran escalera de mármol blanco y docenas de habitaciones ornamentadas. El salón de baile, restaurado, invita a sentir la música de la época mientras que el Teatro di San Carlo, situado al lado, culmina el recorrido.
Lo que en su día fue un imponente pabellón de caza, acoge ahora el museo más grande de Italia, donde se exponen obras magníficas de Caravaggio, Raphael, Botticelli, Bellini y otros grandes artistas. Con más de 160 cámaras, se encuentra cerca de las catacumbas subterráneas de San Jenaro, otra visita imprescindible cuando estés en Nápoles.
En el siglo I, la colosal erupción del volcán Vesubio arrasó la legendaria ciudad de Pompeya, cuyos restos son una ventana al pasado. La base de esta antigua civilización fue preservada por material volcánico, permitiendo apreciar, todavía ahora, cómo sus calles pavimentadas conducen a residencias, templos, anfiteatros e incluso a un burdel, todo lo cual ha sido identificado gracias a las evidencias arquitectónicas y a los moldes de los cadáveres encontrados.
Comerás bien en cualquier rincón de Nápoles. Entre los mejores restaurantes figuran La Stanza del Gusto, en la Via Santa Maria di Costantinopoli, y la marisquería Trattoria Castel dell'Ovo. Para probar pizzas de élite, Pizzeria Starita es infalible. Una pizza de calidad cuesta 5 EUR y una comida completa unos 30 EUR.
Si no te apetece soportar temperaturas próximas a los 38 ºC, no viajes en verano a Nápoles, pues es sumamente caluroso. La primavera y el otoño son mejores fechas para planificar tu visita, especialmente abril, cuando las temperaturas se mueven alrededor de los 19 ºC y puedes ir a la playa sin encontrar aglomeraciones en Pompeya ni en el resto de los atractivos turísticos.
El aeropuerto internacional de Nápoles (NAP) es el principal destino de los vuelos nacionales e internacionales que llegan a la ciudad. Situado a 6 kilómetros del centro, puedes tomar el servicio Alibus hasta la ciudad por 3 EUR. También existe otro autobús ligeramente más barato (el 3S), aunque su recorrido es más largo.
Nápoles está bien conectada por tren con Roma, Florencia y otras ciudades italianas. Trenitalia y Frecciargento programan viajes frecuentes desde Roma, disponibles por alrededor de 40 EUR, aunque también los hay por 27 EUR, los cuales triplican la duración del recorrido (casi tres horas). Casi todos llegan a la estación de la plaza Garibaldi, incluida en el sistema de metro, cuya tarifa única es de 1,50 EUR.
Si estás conduciendo desde el norte, toma la autopista E45 desde Roma y llegarás, prácticamente, al centro de Nápoles, aunque pasarás brevemente por la A3. Esta es, por otra parte, la ruta para desplazarte desde la costa de Amalfi, mientras que la E842 atraviesa Italia desde Brindisi.
FlixBus y Baltour son las principales compañías de autobuses que llegan a Nápoles, casi siempre a la plaza Garibaldi, muy cerca del centro. Puedes viajar en autocar a Nápoles desde casi cualquier parte de Italia: desde Roma, por ejemplo, el trayecto te costará 17 EUR.
1. El Centro Histórico es el epicentro de la atracción turística napolitana, pues alberga la Casa de la Ópera, la catedral gótica del Duomo, las obras maestras de Caravaggio ubicadas en la iglesia de Pio Monte della Misericordia y la entrada a las catacumbas
2. Lungomare es un remanso de paz y tranquilidad frente al bullicio tradicional napolitano. Construido alrededor de un paseo de casi 3 kilómetros de largo, cuenta con el acuario más antiguo de Europa, una playa en la que suelen celebrarse competiciones de voleibol y fútbol, cafeterías frente al mar y vistas impresionantes de la bahía.
3. Chiaia, junto a Lungomare, es uno de los barrios más prósperos y exquisitos de Nápoles. Además de la presencia del mar, es ideal para comer pizzas y mariscos fabulosos en restaurantes como Lord Tonino o Il Carnaio.
Desplazarse por Nápoles es sencillo gracias a la combinación de servicios públicos de metro, tranvía, tren de cercanías y funicular. Lo mejor es comprar un billete para un día completo por 4,50 EUR.
Los taxis napolitanos son abundantes y económicos, pero también imprevisibles. Es mejor negociar un precio antes de viajar, porque a veces los taxistas realizan recorridos "creativos" más largos de lo necesario. La bajada de bandera habitual son 3,50 EUR y, después, el coste adicional es 2,50 EUR por cada 1,6 kilómetros. Además, en el Centro Histórico los precios pueden ser más altos.
Los napolitanos conducen de manera errática, por lo que en esta ciudad no es fácil moverse en coche. Si te gustan los retos, en el entorno de la plaza del Mercado encontrarás aparcamiento. Además, se aplica la denominada Zona ZTL, que limita el acceso al Centro Histórico y las infracciones conllevan importantes multas. Si quieres, puedes alquilar tu coche en Hertz, Europcar y Sixt desde 18 EUR diarios.
Hertz
Lo difícil en Nápoles no es encontrar recuerdos, sino elegir entre ellos. En la Via Toledo encontrarás joyerías como Pandora y tiendas de ropa como Dieci Dieci, así como la galería comercial Galleria Umberto I. La Via San Gregorio Armeno es el lugar ideal para encontrar antigüedades, juguetes y adornos de Navidad durante todo el año.
Comprar alimentos en Nápoles es muy fácil, tanto en los supermercados, como Carrefour, como en las pequeñas tiendas de delicatessen como Gran Gusto. La Pignasecca es el mercado de alimentos al aire libre más grande de Nápoles. En general, los precios son bajos: unos 2,50 EUR por 12 huevos, 1,26 EUR por medio litro de cerveza y 2,10 EUR por una lata de 0,33 litros de cerveza de importación.