Ubicada en la región austral de la Patagonia chilena, Punta Arenas ha cautivado la imaginación de los aventureros durante siglos y, en la actualidad, sigue seduciendo a visitantes de toda condición. Localizada junto al estrecho de Magallanes, que une el Atlántico y el Pacífico, la ciudad atrae abundantes cruceros y excursionistas en su camino hacia la Antártida.
Además de su belleza natural y sus innegables atractivos, Punta Arenas disfruta también de llamativos encantos urbanos, como la plaza de Armas Muñoz Gamero, donde se encuentra el indio Aóniken, perteneciente al monumento Magallanes, cuyo pie debes besar o tocar si deseas regresar a la Patagonia.
El Museo Regional de Magallanes, un espléndido palacio situado en el centro de la ciudad, el cementerio municipal Sara Braun y el Fuerte Bulnes son lugares con encanto que no puedes dejar de visitar. Y, por supuesto, tómate un descanso para recuperar energías con uno de los famosos choriquesos: los estupendos bocadillos de queso y chorizo que aún saben mejor con el complemento de una leche con plátano.
La reserva nacional de Magallanes, que se encuentra a unos 300 metros sobre el nivel del mar, presenta una exuberante vegetación y reservas de agua cerúlea en sus casi 20 000 hectáreas. Su fauna incluye pájaros carpinteros negros, patos reales, pumas y zorros grises, entre otras especies que pueblan este impresionante escenario.
Descubre el espíritu autóctono en el Museo del Recuerdo, que exhibe maquinaria agrícola e industrial antigua, una casa pionera tradicional, un remolque de pastores y otros aparejos característicos de la región.
El Museo Naval y Marítimo explica la historia naval y marítima mediante la exhibición de restos de naufragios, equipos marítimos antiguos, mapas, cuadros y una sala de radio.
Muchos restaurantes en Punta Arenas están especializados en las espectaculares delicias locales, como el cordero de Magallanes, el cangrejo real y los mariscos. Los postres más populares son la baya negra de Calafate y los productos horneados rellenos de mermelada de ruibarbo.
Zona Franca, el distrito libre de impuestos de Punta Arenas, pone a la venta equipos de electrónica, senderismo y camping, equipos de fotografía y otros aparatos semejantes. La artista visual Andrea Araneda vende artesanías, prendas de lana y pinturas inspiradas en Magallanes en su taller, que está ubicado en el centro de la ciudad.
En el actual turismo ecológico de Punta Arenas, los pingüinos son casi tan importantes como las personas. Isla Magdalena, hasta donde se organizan excursiones en barco todos los días durante la temporada alta, es el mejor lugar para verlos en libertad. La reserva natural de los pingüinos magallánicos mantiene una colonia de 60 000 ejemplares, si bien solo se puede apreciar entre los meses de octubre y abril, ya que estas aves llegan a nidificar en esas fechas. Además, la zona cuenta con otros ejemplares carismáticos de fauna propia, como los leones y los elefantes marinos.
Los miembros de la familia Braun fueron los colonos pioneros e impulsaron, con su iniciativa, el desarrollo de Punta Arenas. Los llamativos palacios de Sara Braun y José Braun Hernández son visitas necesarias para comprender cómo influyó esta familia en la historia de la localidad, además de ofrecer una experiencia vital única.
Punta Arenas está estrechamente vinculada a la exploración global y a la denominada "era de la vela". El mejor lugar para entender esta vinculación es el Museo Nao Victoria, situado a unos 8 kilómetros al norte del centro de la ciudad. Sus principales atractivos son tres increíbles reproducciones de veleros: la Nao Victoria, que navegó por todo el mundo; el James Caird, utilizado por el explorador antártico Ernest Shackleton, y el Ancud. Si te gusta la navegación, disfrutarás al máximo.
El Fuerte Bulnes es el enclave histórico por excelencia de Punta Arenas. Permite conocer cómo vivieron los colonos iniciales en este territorio, visitando la iglesia, la prisión o el dormitorio del capellán, por ejemplo, de aquella época. Puedes prolongar la excursión siguiendo hacia Puerto del Hambre, donde se congregaron los primeros colonos que lograron sobrevivir a la navegación por el estrecho de Magallanes, los cuales acabaron muertos por la falta de alimento (no era posible cultivar por culpa de las bajas temperaturas) y por los ataques de los nativos aborígenes.
Distribuido en 1 460 000 hectáreas de islas montañosas situadas al sur de Punta Arenas, el parque nacional Alberto de Agostini incluye las colinas más al sur de lo que, en otra zona, se convierte en los Andes. El parque es hoy un impactante desierto de glaciares y fiordos, los cuales se admiran en botes turísticos disponibles, en verano, todos los días desde Punta Arenas.
En el actual turismo ecológico de Punta Arenas, los pingüinos son casi tan importantes como las personas. Isla Magdalena, hasta donde se organizan excursiones en barco todos los días durante la temporada alta, es el mejor lugar para verlos en libertad. La reserva natural de los pingüinos magallánicos mantiene una colonia de 60 000 ejemplares, si bien solo se puede apreciar entre los meses de octubre y abril, ya que estas aves llegan a nidificar en esas fechas. Además, la zona cuenta con otros ejemplares carismáticos de fauna propia, como los leones y los elefantes marinos.
Los miembros de la familia Braun fueron los colonos pioneros e impulsaron, con su iniciativa, el desarrollo de Punta Arenas. Los llamativos palacios de Sara Braun y José Braun Hernández son visitas necesarias para comprender cómo influyó esta familia en la historia de la localidad, además de ofrecer una experiencia vital única.
Punta Arenas está estrechamente vinculada a la exploración global y a la denominada "era de la vela". El mejor lugar para entender esta vinculación es el Museo Nao Victoria, situado a unos 8 kilómetros al norte del centro de la ciudad. Sus principales atractivos son tres increíbles reproducciones de veleros: la Nao Victoria, que navegó por todo el mundo; el James Caird, utilizado por el explorador antártico Ernest Shackleton, y el Ancud. Si te gusta la navegación, disfrutarás al máximo.
El Fuerte Bulnes es el enclave histórico por excelencia de Punta Arenas. Permite conocer cómo vivieron los colonos iniciales en este territorio, visitando la iglesia, la prisión o el dormitorio del capellán, por ejemplo, de aquella época. Puedes prolongar la excursión siguiendo hacia Puerto del Hambre, donde se congregaron los primeros colonos que lograron sobrevivir a la navegación por el estrecho de Magallanes, los cuales acabaron muertos por la falta de alimento (no era posible cultivar por culpa de las bajas temperaturas) y por los ataques de los nativos aborígenes.
Distribuido en 1 460 000 hectáreas de islas montañosas situadas al sur de Punta Arenas, el parque nacional Alberto de Agostini incluye las colinas más al sur de lo que, en otra zona, se convierte en los Andes. El parque es hoy un impactante desierto de glaciares y fiordos, los cuales se admiran en botes turísticos disponibles, en verano, todos los días desde Punta Arenas.
La Marmita, un restaurante chileno informal, ofrece ensaladas, guisos y platos de marisco, así como selecciones vegetarianas y platos para llevar. Los entrantes tienen un coste medio de CL$ 9323. Además, La Luna está especializado en chuletas de cerdo ahumado y pescado rey frito. En general, cenar en un buen restaurante tiene un precio medio de CL$ 10 000 por comensal.
El mejor momento para visitar Punta Arenas es durante los meses de verano, de noviembre a diciembre, cuya temperatura media es de unos 13 ºC. No olvides llevarte una cazadora y protector solar, para protegerte de los fuertes vientos y de los intensos rayos solares.
El aeropuerto internacional Presidente Carlos Ibáñez (PUQ) está a unos 18 kilómetros del centro de Punta Arenas y recibe 10 vuelos diarios desde Santiago de Chile. Un taxi desde el aeropuerto cuesta CL$ 6659, mientras que el autobús lanzadera Austral vale CL$ 3996 por persona.
Desplazarse de Puerto Natales a Punta Arenas por la ruta 9 dura, aproximadamente, casi 3 horas. La principal dificultad para los conductores son los fuertes vientos que soplan en esta carretera.
El viaje en bus desde Puerto Natales dura 4 horas y cuesta CL$ 3996, en empresas como Bus-Sur, que opera en la zona. El trayecto en autobús desde Ushuaia, por su parte, tarda 12 horas y su precio es CL$ 39 955.
1. El Barrio Croata, llamado así por los cientos de inmigrantes que se instalaron en él en la década de 1850, conserva gran parte de la arquitectura original de Europa del Este.
2. El Barrio Catalina alberga la Zona Franca, el distrito comercial de Punta Arenas, que atrae a 15 000 personas diarias a sus negocios libres de impuestos.
3. En la zona centro se localiza la plaza de Armas Muñoz Gamero, que alberga el monumento a Fernando de Magallanes y el Museo Nao Victoria.
En realidad, Punta Arenas se puede recorrer cómodamente andando. Los autobuses solo son necesarios para desplazarse fuera de la ciudad.
La bajada de bandera de los taxis de Punta Arenas es CL$ 300 y, seguidamente, se suman CL$ 1931,21 por cada 1,6 kilómetros recorridos.
Los coches de alquiler en Punta Arenas están disponibles desde CL$ 37 957 diarios. Avis, Alamo y Econorent son las compañías existentes.
Avis
La Zona Franca, libre de impuestos, presenta una amplia oferta de artículos electrónicos, productos deportivos, perfumes, ropa, alcohol y cigarrillos. Las calles del centro de la plaza de Armas venden prendas de punto hechas a mano, trabajos en madera y gres de artesanos locales.
Lider vende productos básicos, horneados y para llevar, mientras que Minimarket Vieille está especializado en frutas, embutidos y vinos. En general, llenar la cesta de la compra en Punta Arenas es asequible. Una docena de huevos cuesta CL$ 2111; una botella de cerveza en un bar, CL$ 1500; y una copa en un club, por la noche, CL$ 3000.