Árabe en esencia, Túnez es, sin embargo, una ciudad abierta y moderna. Destaca por ser un destino turístico excepcional, gracias a la natural hospitalidad de su población, su historia, su temperamento exótico y sus increíbles paisajes.
Integrada a la región del Magreb, Túnez es célebre por su belleza policroma. Sus escenarios contrastan el azul del mar Mediterráneo con el blanco de sus construcciones, el dorado del desierto, el verde de los oasis y el pardo rojizo de los montes Atlas.
El conjunto arquitectónico de Túnez incluye numerosos edificios antiguos, además de una cautivadora mezcla de arquitectura norteafricana y francesa. Además, la ciudad alberga magníficos tesoros históricos, como la medina, que fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el año 1979.
Declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1979, la medina es un entramado de callejuelas flanqueadas por zocos, casas de muros blancos y puertas azules y destacados monumentos. Entre ellos se cuentan la mezquita Zitouna, el Palacio del Gobierno o Dar El Bey, el Palacio Dar Hussein y Las Tres Madrazas. La Puerta de Francia, un arco de la antigua muralla, sirve de frontera entre la Medina y la Ville Nouvelle.
Esta arteria es el centro económico, político, cultural e histórico de Túnez. Alberga la plaza de la Independencia y la plaza del 7 de Noviembre, y sitios de interés como la Torre del Reloj, el Teatro Municipal y varias embajadas.
Este mercado distribuye sus instalaciones en un edificio del siglo XIX, y es uno de los más grandes del país. Está situado en la parte nueva de la ciudad, y es un buen lugar para comprar fuera de la medina, principalmente si quieres adquirir frutos secos, higos y otros productos locales.
Parece extraño encontrar en Túnez un templo católico de esta categoría. Se encuentra justo al principio de la avenida Habib Bourguiba y destaca por su mezcla de estilos neogótico, neoárabe y neobizantino.
Creado en 1957, este espacio ajardinado es un oasis de tranquilidad en medio del bullicio de Túnez. Se distingue por su elegante estilo francés y alberga agradables senderos y un estanque central, además de preciosos macizos de flores.
Conocida también como la mezquita del Olivo, este gran santuario musulmán data del año 698. En el lugar se pueden contemplar una sala hipóstila con más de 184 columnas, la cúpula de Bahou y una biblioteca que data del año 1450. La entrada cuesta د.ت 3 (dinar tunecino).
Es el segundo museo más grande en el continente, y el edificio es ya una maravilla en sí mismo. Muestra ejemplos únicos de artes decorativas islámicas históricas y expone desde antiguos mosaicos romanos recuperados de Cartago hasta estatuas griegas, objetos y herramientas utilizadas por los pueblos bereberes de la región.
En La Marsa, un distrito elegante de Túnez, se extienden unos 14 kilómetros de playas hermosas y se encuentra una infraestructura turística excepcional. Dispone de un distinguido puerto deportivo, la Casa de la Corona o Palacio de la Felicidad, que data de 1912, el Palacio Abdaliya, el templo hafsí más antiguo de Túnez que ha sido declarado Monumento Nacional. Recuerda visitar el Café Saf Saf, que posee un pozo de la época hafsí y su sistema de aguas funciona con la fuerza de un camello.
Proyectado a finales del siglo XIX, el parque es es el pulmón verde de la ciudad de Túnez. Además de parterres, arbustos y árboles, dentro de su perímetro se incluyen el jardín zoológico de la ciudad y el Museo de Arte Moderno. Recibe constantemente las visitas de tunecinos y viajeros, que vienen aquí para disfrutar de su frescura y de unas preciosas vistas de la ciudad y el golfo de Túnez.
En este lugar se desarrolló la vida cotidiana de una antigua ciudad fenicia, Cartago, fundada en el siglo IX a. C. Fue conquistada sucesivamente por romanos, vándalos y bizantinos y, hoy en día, se pueden admirar restos de todas estas civilizaciones, principalmente romanos, aunque también se han podido hallar algunos objetos fenicios. En este lugar fueron hallados algunos de los mosaicos romanos más hermosos y mejor conservados que hoy se exponen en el Museo del Bardo.
Conocida también como la mezquita del Olivo, este gran santuario musulmán data del año 698. En el lugar se pueden contemplar una sala hipóstila con más de 184 columnas, la cúpula de Bahou y una biblioteca que data del año 1450. La entrada cuesta د.ت 3 (dinar tunecino).
Es el segundo museo más grande en el continente, y el edificio es ya una maravilla en sí mismo. Muestra ejemplos únicos de artes decorativas islámicas históricas y expone desde antiguos mosaicos romanos recuperados de Cartago hasta estatuas griegas, objetos y herramientas utilizadas por los pueblos bereberes de la región.
En La Marsa, un distrito elegante de Túnez, se extienden unos 14 kilómetros de playas hermosas y se encuentra una infraestructura turística excepcional. Dispone de un distinguido puerto deportivo, la Casa de la Corona o Palacio de la Felicidad, que data de 1912, el Palacio Abdaliya, el templo hafsí más antiguo de Túnez que ha sido declarado Monumento Nacional. Recuerda visitar el Café Saf Saf, que posee un pozo de la época hafsí y su sistema de aguas funciona con la fuerza de un camello.
Proyectado a finales del siglo XIX, el parque es es el pulmón verde de la ciudad de Túnez. Además de parterres, arbustos y árboles, dentro de su perímetro se incluyen el jardín zoológico de la ciudad y el Museo de Arte Moderno. Recibe constantemente las visitas de tunecinos y viajeros, que vienen aquí para disfrutar de su frescura y de unas preciosas vistas de la ciudad y el golfo de Túnez.
En este lugar se desarrolló la vida cotidiana de una antigua ciudad fenicia, Cartago, fundada en el siglo IX a. C. Fue conquistada sucesivamente por romanos, vándalos y bizantinos y, hoy en día, se pueden admirar restos de todas estas civilizaciones, principalmente romanos, aunque también se han podido hallar algunos objetos fenicios. En este lugar fueron hallados algunos de los mosaicos romanos más hermosos y mejor conservados que hoy se exponen en el Museo del Bardo.
El restaurante gourmet del hotel Dar El Jeld sirve platos tunecinos selectos, como el cordero relleno con arroz, almendras y pasas, o el cuscús de pescado en un hermoso patio cubierto. Sus precios por persona rondan los 70 د.ت. Si te apetece saborear comida italiana en Túnez, acércate al restaurante Il Ritrovo degli Artisti, situado en el distrito Ennasr II, donde puedes comer un plato de pasta por unos 28 د.ت.
Túnez tiene un clima mediterráneo cálido, aunque hay que tener en cuenta que, durante el verano, las temperaturas pueden superar los 46 °C. Las temperaturas más agradables se presentan desde finales de otoño hasta principios de primavera.
Recuerda que entre la segunda quincena de julio y la primera de agosto se lleva a cabo el Festival Internacional de Cartago, que presenta diversos espectáculos de música, teatro y danza, entre otros eventos culturales y artísticos.
El aeropuerto internacional de Túnez-Cartago (TUN) está a solo 8 kilómetros del centro de la ciudad. Es posible trasladarse desde el aeropuerto hasta el centro en las líneas 35 y 635 de Transtu, cuyos viajes duran unos 30 minutos y el precio de su billete es de د.ت 0,76. Un taxi al centro de la ciudad cuesta alrededor de 5 د.ت, y te permite completar el trayecto en 20 minutos.
Varias conexiones ferroviarias comunican la capital con varias ciudades y poblaciones de Túnez. La ruta principal conduce a Gabès y pasa por Sousse, Sfax y Gafsa. El precio del billete desde Gabès a Túnez cuesta 24,85 د.ت, y el viaje dura unas 6 horas.
Túnez está comunicada con todo el país mediante más de 70 líneas de autobuses. Las estaciones principales son Gare Bab el Fellah y Gare Bab Saadoun, y la red de autobuses está gestionada por la Société Nationale du Transport Interurbain (SNTRI). Un viaje desde Gabès a Túnez en autobús dura alrededor de 6 horas, y su precio oscila entre los 20 د.ت y los 22 د.ت.
Es posible viajar a Túnez en ferry desde Francia e Italia. El precio aproximado de un billete de ida y vuelta es 228 EUR, y el recorrido dura entre 20 y 26 horas. Los principales puertos de partida son Marsella y Génova.
1. Medina. El casco antiguo de Túnez alberga un laberinto de callejuelas estrechas; también se encuentran aquí el zoco y la antigua mezquita.
2. Ville Nouvelle. Esta zona concentra la mayoría de los hoteles de la ciudad. Se trata de un área nueva, donde se encuentran la principal estación de tren de Túnez, cines, teatros, el centro comercial Le Palmarium y la catedral San Vicente de Paúl.
3. Cité El Habib. Este distrito, situado a 6 kilómetros del centro de Túnez, ofrece una atmósfera tranquila y dispone de todo tipo de servicios. Dentro de sus límites se ubican el Museo Nacional del Bardo y el parque de atracciones KatKout.
Túnez posee una extensa red de transporte público, que incluye tranvías, metro y el sistema de tren ligero TGM. El precio de los billetes simples parte de los 0,55 د.ت.
Moverse en taxi por la ciudad resulta bastante conveniente. La bajada de bandera cuesta 0,50 د.ت, y luego se añade 1 د.ت por kilómetro recorrido.
Conducir en Túnez puede ser algo desalentador, debido a los desordenados hábitos de conducción y a la insuficiente señalización vial. En el aeropuerto y la ciudad prestan servicios varias compañías de alquiler de vehículos, entre ellas Sixt, Europcar y Budget. La tarifa diaria por alquilar un turismo estándar ronda los 115 د.ت.
El zoco en la medina es el lugar ideal para comprar productos locales, además sorprende por ofrecer una atmósfera más tranquila que la normal de los zocos árabes. Allí se puede comprar desde especias y artesanías hasta productos electrónicos.
En Túnez encontrarás las cadenas Carrefour y Monoprix, además de muchas tiendas de alimentación pequeñas esparcidas por toda la ciudad. Los precios son bastante económicos. Considera que un litro de leche cuesta 1,43 د.ت; una barra de pan fresco, 0,42 د.ت; y un kilo de manzanas, 4,40 د.ت.