Con cerca de 300 000 habitantes, Aarhus es la segunda ciudad más grande de Dinamarca. Limpia, verde y encantadora, atrae a multitud de viajeros cada año gracias a sus atractivos museos, sus acogedores bares y restaurantes y a los bellos parajes naturales de sus alrededores.
Situada en el centro-este de la península de Jutlandia, Aarhus es una urbe de espíritu joven, innovador y algo transgresor, un carácter imprimido por su calidad de ciudad universitaria y por su naturaleza cosmopolita. El 15 % de su población tiene sus orígenes fuera de Dinamarca, algo que se percibe especialmente en los barrios periféricos de Gellerup, Bravand o Hasle.
Pero no tienes que buscar en los suburbios: el centro de Aarhus rezuma ese ambiente multicultural de las modernas sociedades del norte de Europa. Si vas a visitar Aarhus, te interesará echarle un vistazo a esta breve guía, que te aporta consejos útiles para facilitar tu estancia en esta encantadora ciudad.
La ciudad de Aarhus es famosa por albergar numerosos museos. El ARoS de arte contemporáneo, el Museo Vikingo y el Moesgaard, dedicado a la arqueología y la antorpología, son los más destacados.
Aarhus es un excelente lugar para descubrir la "new Nordic cuisine". En muchos de sus restaurantes podrás disfrutar de esta novedosa corriente gastronómica que reinterpreta recetas e ingredientes tradicionales escandinavos mediante creativas técnicas culinarias.
Así es, y entre los meses de junio y agosto no es raro ver a multitud de locales y visitantes haciendo pícnic y barbacoas y chapoteando en sus aguas, que llegan a alcanzar temperaturas de hasta 25 grados centígrados. Las playas de Moesgaard, Ballehage o Bellevue ofrecen una alternativa de ocio sensacional cuando el buen tiempo acompaña.
El centro de Aarhus está en gran medida peatonalizado, y en sus animadas calles abundan los espectáculos musicales, los puestos de comida y las terrazas al aire libre. Al caer la noche, los clubes, bares y pubs de Midtbyen y el barrio Latino proponen diversión y buen ambiente para todos los gustos.
Al sur de la ciudad, se encuentra el boscoso paraje de Marselisborg, un extenso parque con su auténtico palacio real, atracciones, animales salvajes y rutas para la práctica de actividades al aire libre.
Desde su fundación en el siglo VIII, Aarhus ha jugado un importante papel en la historia de Dinamarca. De su rico e intenso pasado conserva un legado arquitectónico tan variado como interesante. Las huellas románicas, góticas, renacentistas y neoclásicas salpican el trazado medieval de su casco antiguo, dominado por la imponente catedral de San Clemente de Aarhus.
A un breve paseo del centro de Aarhus, se levanta Den Gamle By, "La Vieja Ciudad", un conjunto de 75 edificios construidos originalmente entre 1550 y 1800 en distintos lugares del país y trasladados hasta Aarhus para recrear una antigua villa danesa. Allí te sorprenderás con sencillas viviendas populares pero también con suntuosas residencias, como la Casa del Burgomaestre, que alberga una exquisita colección de mobiliario histórico, o la Mansión del Maestro de la Fábrica de Moneda, que exhibe juguetes y tejidos de la época.
Junto a la Vieja Ciudad, se encuentra el jardín botánico, que reúne cientos de especies vegetales de los 5 continentes. Invernaderos futuristas con plantas tropicales, espacios infantiles, exuberantes prados y una cafetería en la que recargar las pilas hacen de la visita al jardín botánico una experiencia didáctica al mismo tiempo que relajante y divertida.
En el extenso parque forestal de Marselisborg, se encuentra Tivoli Friheden, la versión local del célebre Tivoli de Copenhague. A este parque de atracciones no le falta de nada. Posee una espectacular montaña rusa, norias de estilo victoriano, restaurantes y puestos callejeros, y la ciudad en miniatura de Bille By, ideal para quienes viajan en familia.
De los variados festivales que Aarhus acoge a lo largo del año, el más importante es el Aarhus Festuge, que tiene lugar entre finales de agosto y principios de septiembre y en cuyo contexto se organizan actuaciones musicales, exhibiciones artísticas e incluso eventos culinarios. En verano, también se celebran, entre otros, el Aarhus International Jazz Festival y el rockero NorthSide Festival.
Desde su fundación en el siglo VIII, Aarhus ha jugado un importante papel en la historia de Dinamarca. De su rico e intenso pasado conserva un legado arquitectónico tan variado como interesante. Las huellas románicas, góticas, renacentistas y neoclásicas salpican el trazado medieval de su casco antiguo, dominado por la imponente catedral de San Clemente de Aarhus.
A un breve paseo del centro de Aarhus, se levanta Den Gamle By, "La Vieja Ciudad", un conjunto de 75 edificios construidos originalmente entre 1550 y 1800 en distintos lugares del país y trasladados hasta Aarhus para recrear una antigua villa danesa. Allí te sorprenderás con sencillas viviendas populares pero también con suntuosas residencias, como la Casa del Burgomaestre, que alberga una exquisita colección de mobiliario histórico, o la Mansión del Maestro de la Fábrica de Moneda, que exhibe juguetes y tejidos de la época.
Junto a la Vieja Ciudad, se encuentra el jardín botánico, que reúne cientos de especies vegetales de los 5 continentes. Invernaderos futuristas con plantas tropicales, espacios infantiles, exuberantes prados y una cafetería en la que recargar las pilas hacen de la visita al jardín botánico una experiencia didáctica al mismo tiempo que relajante y divertida.
En el extenso parque forestal de Marselisborg, se encuentra Tivoli Friheden, la versión local del célebre Tivoli de Copenhague. A este parque de atracciones no le falta de nada. Posee una espectacular montaña rusa, norias de estilo victoriano, restaurantes y puestos callejeros, y la ciudad en miniatura de Bille By, ideal para quienes viajan en familia.
De los variados festivales que Aarhus acoge a lo largo del año, el más importante es el Aarhus Festuge, que tiene lugar entre finales de agosto y principios de septiembre y en cuyo contexto se organizan actuaciones musicales, exhibiciones artísticas e incluso eventos culinarios. En verano, también se celebran, entre otros, el Aarhus International Jazz Festival y el rockero NorthSide Festival.
Tanto por el barrio Latino como por las calles de Strøget, es fácil dar con restaurantes de todas las cocinas del mundo. Genuinamente escandinavos son Nordisk Spisehus, Komfur, Den Lille Kro o Raadhuus Kafeen, que sirven comida tradicional danesa, incluyendo el famoso smørrebrød, una especie de bufé frío con embutidos, quesos y encurtidos. Los menús cuestan entre 200 y 300 DKK. El italiano Café Piccolina o el japonés Sota Sushi Bar también se encuentran entre los restaurantes más afamados de la ciudad a precios razonables.
El verano es una época muy atractiva para visitar Aarhus pues, pese a que se localiza muy al norte de Europa, su clima es más suave de lo que muchos sospechan, gracias a su cercanía al mar. En verano los días son largos y luminosos, y no es raro que las temperaturas alcancen los 25 grados centígrados. El otoño también resulta especialmente sugerente para planificar un viaje a Aarhus, pues es entonces cuando sus bosques se inundan de cálidos rojos, ocres y amarillos.
El aeropuerto internacional de Aarhus se sitúa a 45 kilómetros al noroeste de la ciudad. Aunque no posee estación de trenes, está conectado con el centro de la urbe mediante el Airport Bus, que cuesta 115 DKK para los adultos y 80 DKK para los menores de 15 años. Tarda unos 50 minutos en llegar a la estación central de trenes.
Varias compañías ofrecen vuelos a Aarhus desde España, como SAS, Lufthansa, Swiss o Ryanair. Salvo conexiones chárter de temporada con las islas y otros destinos de la costa peninsular, estos vuelos hacen al menos una escala, por lo general en Copenhague, Londres o alguno de los grandes aeropuertos alemanes.
La estación central de trenes de Aarhus se ubica justo al sur del centro de la ciudad. Desde ella parten trenes a otras ciudades de Dinamarca, a Suecia y al norte de Alemania. El trayecto hasta Copenhague dura unas 3 horas y cuesta aproximadamente 390 DKK.
Para llegar a Aarhus en coche desde el continente, tendrás que tomar la autovía E45, que atraviesa el norte de Alemania. Si viajas desde Copenhague, hay dos alternativas: conducir por la E20 atravesando el puente de peaje de Storebælt, cerca de Odense, o tomar uno de los ferries que conectan Aarhus con la isla de Selandia.
Junto a la estación central de trenes se encuentra la terminal de autobuses de Aarhus. Desde allí parten las diversas líneas que conectan la ciudad con el resto del país. Varios autobuses de la compañía Abildskou viajan diariamente entre Aarhus y Copenhague; el billete cuesta a partir de 50 DKK.
El barrio Latino ocupa la parte más antigua y pintoresca del centro de la ciudad, y comparte con su famoso homónimo parisino esa singular atmósfera bohemia y underground que lo ha hecho célebre en todo el mundo. Tiendas de diseño, bares y restaurantes propician que pasear por sus calles sea una auténtica delicia.
El centro histórico se denomina Midtbyen. Es el distrito que alberga la catedral, el ayuntamiento y la estación de trenes. Centro operativo perfecto para explorar toda la ciudad, en sus calles peatonales no faltan las boutiques, los restaurante y las cafeterías.
Frederiksbjerg, al sur de la estación central, es otro de los puntos esenciales de la movida nocturna. En la calle Jægergårdsgade se encuentran algunos de los pubs y restaurantes más de moda de Aarhus.
Por Aarhus discurren diversas líneas de autobús que permiten llegar a sus barrios periféricos. Pero para transitar por el centro, lo mejor es caminar o utilizar el servicio público de bicicletas Aarhus Bycykler, que funciona como los carritos del supermercado: introduces una moneda de 20 DKK en la ranura, y ya puedes pedalear durante todo el día. Cuando hayas terminado, dejas la bicicleta en alguna de las 52 estaciones de la red y recoges la moneda.
Si prefieres tomar un taxi, no te será difícil encontrar uno en el centro. Pero recuerda que hay un coste de servicio mínimo de 40 DKK, y que la carrera media ronda las 150 DKK.
El acceso al centro de Aarhus está muy limitado a los vehículos particulares. No obstante, puede interesarte alquilar uno para explorar la región. Su precio diario es de unas 250 DKK.
Los precios en el supermercado, de la ropa o de una entrada de cine en Aarhus son algo más caros que en España, pero no demasiado. El billete de autobús urbano cuesta 18 DKK, un paquete de cigarrillos 35 DKK y el litro de gasolina 11 DKK. Los precios en restaurantes y cafeterías sí pueden llegar a resultar desorbitados: 45 DKK una cerveza, 30 DKK un café... Para hacerse una idea, un almuerzo estándar rondaría entre las 200 las 300 DKK por persona.
Strøget es el nombre que recibe la zona peatonal del centro de Aarhus. Allí descubrirás tiendas de moda, restaurantes y cafeterías de conocidas marcas internacionales. Aunque eso no distingue especialmente a Aarhus de cualquier otra ciudad europea, sus calles son las más animadas de la ciudad, así que siempre merece la pena darse un paseo por ellas.