Copenhague es uno de los lugares más románticos de Europa. Su calendario está repleto de festivales y sus calles de un ambiente cultural único. Por algo está considerada como una de las ciudades más felices del mundo.
Solo caminar o montar en bici por las adoquinadas calles de Copenhague ya es un auténtico placer. Los amantes del arte pueden pasar las horas en la Galería Nacional de Dinamarca o en el Designmuseum. Por su parte, los fanáticos de la moda aprovechan para comprar en las tiendas de Bruuns Bazaar o Filippa K, ambas marcas locales. El Distortion Festival, que se celebra en el mes de junio, es perfecto para los aficionados a la música alternativa.
Sin duda, Copenhague es uno de los destinos turísticos urbanos más acogedores de Europa. Esto atrae, cada año, a miles de parejas, familias y grupos de amigos deseosos de vivir una experiencia diferente.
Copenhague es una de las ciudades con mayor volumen de centros artísticos. Entre ellos destaca la Galería Nacional de Dinamarca, el Desingmuseum, el Museo Nacional y las colecciones de la familia real danesa que se pueden encontrar en De Kongelige Stalde.
La red de transporte público de Copenhague es excelente. Además, el centro histórico y sus alrededores son muy seguros para ciclistas de todos los niveles. Su servicio de metro opera las 24 horas del día. Esto permite disfrutar de la animada vida nocturna local sin preocupaciones.
Copenhague tiene una hermosa variedad arquitectónica. Desde los palacios reales de Amalienborg y la majestuosidad del Teatro Real hasta los coloridos barrios del aledaño Dragør. Sin olvidar, claro está, la modernidad del Acuario Nacional y el Museo Marítimo Nacional.
En Copenhague hay cientos de restaurantes fantásticos. Por ejemplo, puedes disfrutar de comida callejera gourmet en Døp, de un exquisito bistec en Rex Republic o de un plato de marisco fresco en Fiskebaren.
Los festivales de música son protagonistas en Copenhague durante todo el año. El más importante es el Roskilde Festival, que suele celebrarse justo antes de la llegada del verano. Pero, además, hay que destacar el Copenhagen Jazz Festival y el Strøm. El Distortion Festival también merece una mención especial.
Partiendo de la famosa Plaza Kongens Nytorv, camina por la calle comercia Strøget y llegarás a la emblemática puerta sur de los Jardines Tivoli. En su interior hay un parque de atracciones del siglo XIX que sigue haciendo las delicias de niños y adultos. Se trata de un lugar cargado de nostalgia.
Copenhague es una ciudad de castillos y palacios. Sin embargo, el de Rosenberg merece una especial mención. Es símbolo de la arquitectura clásica holandesa y parece sacado de un cuento de hadas. Se ubica dentro de los Jardines del Rey. Para llegar hasta él hay que atravesar maravillosos pasajes rodeados de densas arboledas. No te olvides de entrar en la Galería Real ya que esta alberga las principales obras de arte de la realeza danesa. El Jardín Botánico y el Jardín de las Rosas también son paradas indispensables en sus alrededores. Cuando acabes, sigue tu visita en Amalienborg y contempla las ruinas subterráneas de Christianborg.
La Gliptoteca es uno de los epicentros culturales de Copenhague. Aunque este museo abre todos los días, es gratis los domingos. Allí se pueden contemplar esculturas de Rodin y Degas, entre otros. También hay pinturas de Monet y Van Gogh. El edificio en sí mismo ya es una obra de arte. Por otro lado, los miércoles es gratis el acceso al Centro de Arquitectura Danés.
Este barrio se autoproclamó libre y autónomo dentro de Copenhague. Ahora es el centro neurálgico de la contracultura danesa. Está repleto de murales y es prácticamente imposible encontrar un coche circulando por sus calles. Un poco más al sur está el molino Lille Mølle y el Parque Christianshavns Vold.
Partiendo de la famosa Plaza Kongens Nytorv, camina por la calle comercia Strøget y llegarás a la emblemática puerta sur de los Jardines Tivoli. En su interior hay un parque de atracciones del siglo XIX que sigue haciendo las delicias de niños y adultos. Se trata de un lugar cargado de nostalgia.
Copenhague es una ciudad de castillos y palacios. Sin embargo, el de Rosenberg merece una especial mención. Es símbolo de la arquitectura clásica holandesa y parece sacado de un cuento de hadas. Se ubica dentro de los Jardines del Rey. Para llegar hasta él hay que atravesar maravillosos pasajes rodeados de densas arboledas. No te olvides de entrar en la Galería Real ya que esta alberga las principales obras de arte de la realeza danesa. El Jardín Botánico y el Jardín de las Rosas también son paradas indispensables en sus alrededores. Cuando acabes, sigue tu visita en Amalienborg y contempla las ruinas subterráneas de Christianborg.
La Gliptoteca es uno de los epicentros culturales de Copenhague. Aunque este museo abre todos los días, es gratis los domingos. Allí se pueden contemplar esculturas de Rodin y Degas, entre otros. También hay pinturas de Monet y Van Gogh. El edificio en sí mismo ya es una obra de arte. Por otro lado, los miércoles es gratis el acceso al Centro de Arquitectura Danés.
Este barrio se autoproclamó libre y autónomo dentro de Copenhague. Ahora es el centro neurálgico de la contracultura danesa. Está repleto de murales y es prácticamente imposible encontrar un coche circulando por sus calles. Un poco más al sur está el molino Lille Mølle y el Parque Christianshavns Vold.
Si te interesa la gastronomía nórdica, el BROR, el Kadeau y el Noma, que está considerado por la Guía Michelín como el quinto mejor del mundo, son excelentes opciones. Por su parte, el restaurante italiano más selecto es el Alberto K, mientras que el especializado en mariscos más emblemático es el Krogs Fiskerestaurant.
En cualquiera de estos restaurantes un plato principal puede costarte 180 kr o más. Ten presente que un simple kebab o perrito caliente de un puesto callejero ya puede valer unas 50 kr.
Si quieres centrarte en hacer turismo, los meses de mayo, junio, julio, agosto y septiembre son los más adecuados debido a que las temperaturas son más cálidas. Por su parte, si viajas allí para disfrutar de los festivales de música, has de saber que la mayoría se concentran entre los meses de junio y julio.
El aeropuerto de Copenhague-Kastrup es el más importante de la ciudad y de toda Dinamarca. La mejor forma de llegar hasta el centro es mediante el tren. Este tarda 12 minutos en hacerlo y cuesta 36 kr (coronas danesas). También hay un servicio de metro directo al casco antiguo. Este cuesta también 36 kr y puede dejarte más cerca de tu alojamiento.
Muchos viajeros llegan a la ciudad a través de la Estación Central de Trenes de Copenhague. Esta conecta directamente con ciudades como París, Estocolmo, Oslo o Hamburgo, por ejemplo. Sus instalaciones están situadas en Banegårdspladsen, es decir, en pleno centro de la ciudad.
La forma más rápida y frecuente para acceder a la ciudad es por el sur. En concreto, se trata de la autopista A7 que llega desde Hamburgo. Una vez en ella, toma la salida E45 y, después, la E20. Si accedes por la parte norte, coge el desvío hacia la E65 una vez que atravieses el Puente de Malmö.
Copenhague no dispone de estación central de autobuses. Esto no quiere decir que hasta su territorio no lleguen vehículos de este tipo procedentes de ciudades como Praga, Hamburgo o Estocolmo. Estos suelen detenerse en la Estación Central de Trenes. Echa un vistazo al itinerario para asegurarte de que no efectúan su última parada en un barrio de la periferia.
1. Indre By. Abarca el centro histórico de la ciudad y la mayoría de salas de conciertos, museos y galerías de arte. También es el sitio en el que se sitúa la calle Strøget.
2. Slotsholmen. Se trata de una isla ubicada frente a la costa de Indre By. Es la zona más antigua de la ciudad. Cuenta con el Palacio de Christiansborg, el Museo Bertel Thorvaldsen y el Teatro Der Kongelige.
3. Vesterbro. A las afueras del centro histórico. Se trata del centro creativo y bohemio de la ciudad. Es el lugar ideal para comprar obras de arte alternativas y para disfrutar de restaurantes especializados en cocinas de todo el mundo.
Un pase diario que te permita tomar las líneas de metro, trenes, barcos y autobuses todas las veces que quieras durante 24 horas vale 80 kr. Para tres días, su precio es de 200 kr. Sin embargo, la opción más interesante es comprar una tarjeta Copenhagen Card. Tiene un precio de 230 kr y también te proporcionará acceso gratuito a los principales museos de la ciudad. Otra alternativa es la tarjeta Rejsekort. Esta es la más utilizada por los habitantes de la capital y puede recargarse cuantas veces quieras.
Hay muchos taxis en Copenhague y ofrecen un servicio de gran calidad. Pero también son muy caros. Solo arrancar te costará 24 kr y, a partir de ahí, el precio por kilómetro será de entre 15 y 20 kr.
En el centro de Copenhague hay muy poco aparcamiento. Además, todas las zonas son de pago y bastante caras. Sin embargo, puede serte útil para visitar el barrio de Dragør o para acudir al Roskilde Festival. Avis, Europcar y Enterprise son las principales empresas de alquiler de vehículos de la zona. Sus tarifas rondan las 200 kr por día.
Mini
2 adultos, 2 maletas
$23/día
Económico
2 adultos, 2 maletas
$23/día
Esta es una ciudad cara en líneas generales. Si quieres comprar algo de ropa allí y tienes el suficiente poder adquisitivo, acude a la calle Strøget. Si buscas algo más económico, acude al barrio de Vesterbro. Allí se celebra un mercadillo de moda todos los sábados con mejores precios.
Respecto a la comida, los supermercados Irma City, Rema 1000 y Netto son los más habituales en Copenhague. Para que te hagas una idea, una caja de leche con seis tetrabriks puede costarte unas 25 kr. Asimismo, una botella de vino ronda las 11 kr.