Reims es una ciudad con imponentes templos religiosos y delicioso champán, que cuenta con cuatro monumentos inscritos en el patrimonio mundial de la UNESCO: la catedral de Notre-Dame, el Museo-Abadía de Saint-Remi, la basílica de Saint-Remi y el Palacio de Tau.
Esta localidad hace gala de un magnífico ambiente y una animación continua, gracias en gran medida a sus estupendas cafeterías, entre ellas Columbus Café & Co Reims Vesle, Des Lys Café y Bubble Coffee, así como a su excelente comida, la cual puedes degustar en todo tipo de restaurantes recomendables, como Racine o el suntuoso Le Parc Restaurant Les Crayères.
Reims posee otros bellos destinos históricos, como la abadía Saint-Pierre-les-Dames, la biblioteca Carnegie, el convento de los Cordeliers o el ayuntamiento, así como una extensa y variada dotación de espacios de ocio en los que lo pasarás muy bien, como puede ser el Hipódromo de la Champagne o cualquiera de las salas de espectáculos y fiestas existentes.
Reims acoge un buen número de bodegas especializadas en champán, por lo que esta sofisticada bebida se convierte en un ingrediente permanente al visitarla. Brinda con glamour en la Maison Veuve Clicquot o descubre bodegas míticas, emblemáticas, como Mumm o Taittinger.
Son muchas las salas de espectáculos y representaciones artísticas que se dan cita en Reims, por lo que el entretenimiento siempre está asegurado. El Gran Teatro-Ópera de Reims, Domaine Pommery y La Cartonnerie son excelentes ejemplos.
También la continua programación de eventos y propuestas culturales llenan la agenda de espacios como el centro cultural Saint-Exupéry, el Estadio Auguste Delaune, el Centro de Congresos de Reims y el Parque de Exposiciones de Reims.
La cocina gourmet es uno de los atributos principales de Reims, gracias a la presencia de reconocidos locales gastronómicos como La Brasserie du Boulingrin. Si te gustan los productos del mar, Le Bocal es uno de los restaurantes al alza en Remis, donde el pescado y el marisco son exquisitos.
Además de la programación cultural de los espacios de la ciudad, en Reims abundan las ferias y los festivales itinerantes, que tienen sus principales exponentes en las ferias de Navidad, el Museo del Automóvil y el incomparable Festival de Juana de Arco, de estilo medieval y celebrado en mayo.
La catedral de Notre-Dame de Reims es la joya patrimonial de la ciudad y, en cierto modo, el lugar donde nació Francia, pues en ella fue donde Clodoveo, gobernante de los francos, aceptó el cristianismo en el siglo V. A partir de ese momento fue el lugar escogido por los monarcas franceses para ser coronados. La impresionantes vidrieras de Chagall, la atmósfera serena y la belleza que proyecta este escenario aseguran una profunda huella a sus visitantes.
Considerado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, este edificio fue la residencia del exarzobispo y destaca por su estilo neoclásico. Construido entre 1671 y 1710, es actualmente un museo con estatuas, objetos litúrgicos, tapices excepcionales y estancias tan admirables como la Sala de Tau. El talismán de Carlomagno y un cáliz dorado con gemas de San Remi figuran entre sus joyas más preciosas.
Sin lugar a dudas, el Museo de Bellas Artes, inaugurado en la década de 1790, es el espacio museístico más importante de Reims. Alberga más de 500 años de arte europeo, con grabados, bocetos, esculturas, acuarelas y pinturas al óleo de figuras tan prestigiosas como Lucas Cranach el Viejo, Courbet, Monet y Matisse. Además, la ciudad ofrece otros museos tan recomendables como el Museo de la Rendición, el Antiguo Colegio de los Jesuitas, el Museo del Fort de la Pompelle, el Museo-Abadía de Saint-Remi y el Musée-hôtel le Vergeur, plagado de obras de Alberto Durero.
La basílica de Saint-Remi es venerada por albergar los huesos de San Remi, el intrépido obispo que convenció a Clodoveo para que se convirtiera al cristianismo, lo que hizo de Francia un país católico. Protegida por la UNESCO y obra maestra del gótico, recorrer esta antigua iglesia-abadía benedictina se convierte en una experiencia incomparable.
La bóveda Halles du Boulingrin simboliza el renacimiento de Reims tras su destrucción durante la Primera Guerra Mundial. Convertido en el principal mercado de alimentos en 1929, tras una ambiciosa restauración con pinceladas art déco, volvió a abrir sus puertas en septiembre de 2012. Además de vender alimentos, acoge exposiciones y eventos culturales.
La catedral de Notre-Dame de Reims es la joya patrimonial de la ciudad y, en cierto modo, el lugar donde nació Francia, pues en ella fue donde Clodoveo, gobernante de los francos, aceptó el cristianismo en el siglo V. A partir de ese momento fue el lugar escogido por los monarcas franceses para ser coronados. La impresionantes vidrieras de Chagall, la atmósfera serena y la belleza que proyecta este escenario aseguran una profunda huella a sus visitantes.
Considerado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, este edificio fue la residencia del exarzobispo y destaca por su estilo neoclásico. Construido entre 1671 y 1710, es actualmente un museo con estatuas, objetos litúrgicos, tapices excepcionales y estancias tan admirables como la Sala de Tau. El talismán de Carlomagno y un cáliz dorado con gemas de San Remi figuran entre sus joyas más preciosas.
Sin lugar a dudas, el Museo de Bellas Artes, inaugurado en la década de 1790, es el espacio museístico más importante de Reims. Alberga más de 500 años de arte europeo, con grabados, bocetos, esculturas, acuarelas y pinturas al óleo de figuras tan prestigiosas como Lucas Cranach el Viejo, Courbet, Monet y Matisse. Además, la ciudad ofrece otros museos tan recomendables como el Museo de la Rendición, el Antiguo Colegio de los Jesuitas, el Museo del Fort de la Pompelle, el Museo-Abadía de Saint-Remi y el Musée-hôtel le Vergeur, plagado de obras de Alberto Durero.
La basílica de Saint-Remi es venerada por albergar los huesos de San Remi, el intrépido obispo que convenció a Clodoveo para que se convirtiera al cristianismo, lo que hizo de Francia un país católico. Protegida por la UNESCO y obra maestra del gótico, recorrer esta antigua iglesia-abadía benedictina se convierte en una experiencia incomparable.
La bóveda Halles du Boulingrin simboliza el renacimiento de Reims tras su destrucción durante la Primera Guerra Mundial. Convertido en el principal mercado de alimentos en 1929, tras una ambiciosa restauración con pinceladas art déco, volvió a abrir sus puertas en septiembre de 2012. Además de vender alimentos, acoge exposiciones y eventos culturales.
Le Bocal es un excepcional restaurante de marisco, Le Millénaire es un local gastronómico de cocina tradicional con estrellas Michelin, mientras que Philippe Mille prepara exquisitos platos en un entorno opulento situado en Les Crayères. Los precios varían según el establecimiento, pero una buena comida suele costar alrededor de 20 o 40 EUR por persona.
Reims disfruta de un clima cálido y templado aunque, eso sí, con abundantes lluvias. La temperatura media anual es 10,2 °C y se puede decir que es una ciudad perfectamente visitable durante todo el año. Debido a la profusión de eventos, exposiciones y festivales que se programan en Reims, lo mejor es decidir cuál te apetece vivir y visitarla entonces.
Dado que Reims no dispone de aeropuerto, el imponente Charles de Gaulle de París suele ser la opción antes de coger un tren de alta velocidad TGV, con billetes desde 20 EUR, para emprender un trayecto de media hora hasta Reims.
SNCF y TGV ofrecen frecuentes conexiones ferroviarias con París y otras ciudades francesas. Los billetes están disponibles desde 30 EUR y el viaje, desde la estación París Est, dura alrededor de tres cuartos de hora.
Para viajar desde París directamente a Reims, la A4 es una opción infalible. Desde Lille, utiliza la A1 hacia Arras, antes de pasarte a la A26.
Eurolines opera autobuses diarios desde París hasta Reims, cuyos recorridos tardan menos de dos horas y los billetes cuestan unos 10 EUR.
1. La zona centro es la sede de la fabulosa catedral de Reims y de la mayoría de sus mejores restaurantes y cafeterías, como Au Bureau. Es, casi siempre, el punto de partida de las visitas turísticas a esta población.
2. Coutures, al sureste del centro de Reims, es un barrio tranquilo cuya principal atracción es el llamativo Museo del Automóvil.
3. Champagne Central es el destino perfecto para degustar el mejor y más innovador champán del país, en lugares como Taittinger o Maison Veuve Cliquot.
El sistema de autobuses de Reims funciona bien y es económico: 1 EUR por viaje y 8,60 EUR por un bono de 10 billetes.
La tarifa habitual es de 2 EUR por cada 1,6 kilómetros, pero es necesario reservarlos con antelación a través de la web, por teléfono o solicitándolo al personal de tu hotel.
Sixt y Europcar ofrecen automóviles de alquiler en Reims desde 15 EUR diarios.
El mejor lugar para comprar en Reims es Galeries Lafayette, la tienda departamental más grande de la ciudad y una de las referencias principales de Francia. También puedes encontrar maravillosas tiendas artesanales, como el mercado de antigüedades La Boutique y Lancel, un incomparable paraíso para los amantes de los accesorios de diseño.
Carrefour es el principal supermercado en Reims, con sucursales distribuidas por toda la ciudad. Para que puedas hacerte una idea de los precios vigentes, lo normal es pagar 3 EUR por una docena de huevos, 1,73 EUR por una botella de medio litro de cerveza y 2,49 EUR por una lata de 0,33 litros de cerveza de importación.