Las dos grandes torres de estilo gótico de la catedral de Colonia contemplan desde las alturas la vida de una ciudad que cuenta con más de 2000 años de historia. Actualmente, Colonia es una de las ciudades más modernas de Alemania y una de las que presume de tener un estilo de vida más desenfadado y divertido.
La palabra Kölsch es muy importante en la ciudad. Los habitantes de Colonia la usan para referirse a su particular estilo de vida y también como nombre para una de las cervezas más tradicionales que podrás probar en establecimientos como Früh am Dom. No lo dudes, entrar en este establecimiento o en cualquier otro del mismo tipo es la mejor forma de conocer de cerca la vida de la que presumen los habitantes de Colonia.
Por si las particularidades de Colonia fuesen pocos, sus ciudadanos presumen también de contar con cinco estaciones en lugar de las cuatro que son habituales. La quinta es la que forma el carnaval, una celebración que comienza a las 11:11 am del 11 de noviembre y que no termina hasta dos días antes del Miércoles de Ceniza.
Desde la muralla que dejaron los romanos y que aún puede disfrutarse hasta el Museo Schnütgen con su imponente colección de arte medieval, la historia de Colonia está muy presenta en cualquier rincón de la ciudad. Disfrutarla es esencial para comprender el glorioso pasado de una de las grandes capitales de Alemania.
Pasear por Colonia es abrirse a un espacio donde el estilo gótico ha alcanzado buena parte de sus cumbres. Con todo, merece la pena descubrir también descubrir otro tipo de arquitectura como la que ofrecen sus doce basílicas romanas, algunas tan bellas como la de los Santos Apóstoles o la de San Gereón.
La cuenca del Rin es el centro neurálgico de la industria alemana, aunque también es un espacio lleno de naturaleza y espacios verdes. Sin tener que salir de la ciudad, acercarse al Rheinpark o conocer la cascada del Klettengbergpark mostrará la cara más sostenible y verde de esta importante zona industrial.
Realizar una ruta por los principales museos de la ciudad es fundamental para conocer un legado artístico que marca profundamente el ambiente cultural de Colonia. El Wallraff-Richartz con su gran pinacoteca o el Ludwig que incluye obras de maestros como Picasso, Magritte o Dalí son espacios elementales en la ciudad.
Sorprende a muchos llegar a esta ciudad de Alemania y descubrir que es un centro vinícola de primer nivel. Acercarse a un lugar especializado como el bar Morio te permitirá disfrutar de algunos de los mejores caldos de la zona, lo mismo que si decides probar las típicas salchichas de la región en un restaurante como el Himmel und Erde.
Este edificio es sin la menor duda el icono principal de la ciudad, y es que domina su paisaje desde el siglo XIII con estilo gótico capaz de hacer pequeño a cualquiera que se acerque a sus torres o contemple su bóveda. Los tesoros que se esconden en el interior no son pocos, aunque entre todos destaca el sarcófago que según la tradición conserva los cuerpos de los Reyes Magos.
Altstadt es el nombre que recibe el casco histórico de Colonia, la zona que estaba enteramente protegida por las antiguas murallas de la ciudad. El simple hecho de poder caminar por sus empedradas calles o contemplar la fachada de viviendas que asumieron el estilo gótico de emblemas como la catedral local o el ayuntamiento es algo que convertirá el viaje en algo muy especial.
El Barrio Belga o Belgisches Viertel se extiende en los alrededores de la conocida Brusseler Platz. Actualmente es la zona más de moda de la ciudad y cuenta con un estilo neoclásico en la mayor parte de sus edificios.
El de Colonia es uno de los pocos zoológicos del mundo que ha conseguido una gran reputación internacional. Abierto desde 1860, el zoo cuenta con más de 10 000 animales entre los que se incluyen elefantes, aves tropicales o algunas amenazadas como el tigre de las nieves o el bonobo.
Colonia cuenta con una gran variedad de centros donde se exhibe y se venden obras de arte. Es posible visitarlas tranquilamente e incluso hacerse con alguna joya al acudir a una calle como Zeughausstrasse, una de las vías que mayor concentración de galerías de arte tiene.
Este edificio es sin la menor duda el icono principal de la ciudad, y es que domina su paisaje desde el siglo XIII con estilo gótico capaz de hacer pequeño a cualquiera que se acerque a sus torres o contemple su bóveda. Los tesoros que se esconden en el interior no son pocos, aunque entre todos destaca el sarcófago que según la tradición conserva los cuerpos de los Reyes Magos.
Altstadt es el nombre que recibe el casco histórico de Colonia, la zona que estaba enteramente protegida por las antiguas murallas de la ciudad. El simple hecho de poder caminar por sus empedradas calles o contemplar la fachada de viviendas que asumieron el estilo gótico de emblemas como la catedral local o el ayuntamiento es algo que convertirá el viaje en algo muy especial.
El Barrio Belga o Belgisches Viertel se extiende en los alrededores de la conocida Brusseler Platz. Actualmente es la zona más de moda de la ciudad y cuenta con un estilo neoclásico en la mayor parte de sus edificios.
El de Colonia es uno de los pocos zoológicos del mundo que ha conseguido una gran reputación internacional. Abierto desde 1860, el zoo cuenta con más de 10 000 animales entre los que se incluyen elefantes, aves tropicales o algunas amenazadas como el tigre de las nieves o el bonobo.
Colonia cuenta con una gran variedad de centros donde se exhibe y se venden obras de arte. Es posible visitarlas tranquilamente e incluso hacerse con alguna joya al acudir a una calle como Zeughausstrasse, una de las vías que mayor concentración de galerías de arte tiene.
Si buscas un lugar para disfrutar de platos típicamente alemanes lo mejor es acercarte a Bei Oma Kleinmann donde se puede disfrutar de comida local con un precio de unos 13 EUR el plato. Un poco más sofisticado es el Sorgenfrei en el Barrio Belga, un establecimiento que ofrece comida de autor con un menú de 35 EUR por persona. Cervecerías clásicas como la Brauhaus Sion permiten probar variedades de cerveza local y platos como las salchichas.
Depende de lo que se busque, ya que cada época ofrece algo diferente en esta ciudad. Si se desea escapar del frío y la probabilidad de nieve, lo mejor es buscar un viaje entre abril y septiembre.
Con todo, Colonia ofrece en Navidad los tradicionales mercadillos y a partir del 11 de noviembre se encuentra en Carnaval, por lo que el invierno es también una época apasionante en esta ciudad alemana.
El aeropuerto de Colonia Bonn (CGN) es la principal vía de llegada de viajeros a esta ciudad y se encuentra a unos 14 km de distancia desde el centro de Colonia. Una de las mejores formas de desplazarse entre ambos puntos es en taxi, un servicio que tiene un coste aproximado de 27 EUR y que suele durar 15 minutos. El aeropuerto cuenta también con un servicio de tren Express que lleva directamente a la ciudad y tiene un precio de 8 EUR por trayecto.
La estación central de Colonia se encuentra en el mismo centro de la ciudad, por lo que el tren es muy útil para llegar hasta esta capital alemana. Servicio de RegionalExpress, RegionalBahn o S-Bahn tienen parada aquí, lo mismo que convoyes nacionales e internacionales procedentes de ciudades de toda Alemania y de Europa.
Colonia está rodeada por una red de carreteras compuesta por las Bundesautobahn 1, Bundesautobahn 3 y Bundesautobahn 4, por lo que es fácil llegar a ella en coche. En pocos kilómetros se encuentra ciudades como Düsseldorf o Dortmund y la frontera con Bélgica.
La misma estación que recibía los servicios de tren es la que se hace cargo de los autobuses procedentes tanto de ciudades alemanas como de otros países de Europa. Empresas como Flixbus o Megabus ofrecen billetes desde Reino Unido hasta Colonia con un precio de 27 EUR.
1. Alststadt: el casco histórico de la ciudad es el lugar ideal para alojarse siempre que se quiera estar cerca de los monumentos que dan forma al legado histórico de Colonia. Además, en la zona se encuentran las cervecerías más típicas como la Peters Brauhaus, por lo que se puede disfrutar de un gran ambiente.
2. El Barrio Belga: elegante y sofisticada gracias a sus edificios Art Nouveau, el barrio que se abre en torno a Brusseler Platz es un buen destino para alojarse y para tener el resto de la ciudad al alcance de la mano.
3. Ehrenfeld: las calles que rodean a Senefelderstrasse se han convertido en un destino ideal para encontrar un alojamiento alternativo en Colonia. La zona cuenta también con restaurantes alternativos como el Bricole o el Trattoria Zoe para asegurar una experiencia completa.
La ciudad cuenta con una amplia red de tranvías y autobuses que tienen tarifas diferentes, algo que depende de la zona por la que se muevan. Existe la opción de hacerse con la KölnCard para tener viajes ilimitados en el sistema de transporte público por 9 EUR por persona o por 19 EUR para grupos de hasta cinco personas.
Los taxis color crema de Colonia dan un servicio de primer nivel. Su precio es más alto que el del transporte público al costar un viaje de unos 8 km aproximadamente 19 EUR.
Para moverse por el interior de la ciudad no es aconsejable alquilar un coche, ya que las distancias son pequeñas y muchas zonas históricas no permiten el acceso. Con todo, esta opción sí que es útil para explorar los alrededores. Empresas como Enterprise o Sixt cuenta con oficinas en la ciudad que arrojan precios de unos 35 EUR diarios.
Hay muchas zonas de compra en la ciudad de Colonia. Desplazarse a los alrededores de la catedral en calles como Hohestrasse o Schildergasse permite encontrar establecimientos de reconocidas cadenas internacionales. La vida en Colonia tiene un coste relativamente elevado, y es que, por ejemplo, un litro de leche costará 2,50 EUR en supermercados como Standa Markt o Edeka.